No te olvides
que la MISERICORDIA de Dios sobre tu vida es una constante, pues NO te ha
tratado de acuerdo a tus hechos. Son tantas
las razones a lo largo de tu historia personal en las que la disciplina de Dios
hubiera sido aún más drástica; sin embargo, estás consciente que a pesar de
todo te ha tratado con “mano suave”, no como en realidad lo mereces. Lo anterior me recuerda lo que dice aquel texto
bíblico de Lamentaciones: “Por la
misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus
misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22-23). Definitivamente
que así ha sido, así es y así será.
Dios NO te ha dado lo que en
realidad mereces por tu incredulidad o desobediencia; y en cambio SI te ha dado lo que en realidad NO mereces. (Esto último se llama
GRACIA). La GRACIA y la MISERICORDIA de
Dios han ido juntas contigo a lo largo de tu recorrido por el mundo.
Es por la
GRACIA y la MISERICORDIA de Dios que sus propósitos eternos se harán realidad
en tu historia personal; no se trata por méritos o capacidades personales. (Eso
no cuenta). No hay motivos humanos para
que la lluvia de la GRACIA y la MISERICORDIA de Dios sean sobre ti. Entiéndelo ahora que vives en medio de todas
estas circunstancias específicas en las que el PODER sobrenatural de Dios y su sabia
SOBERANÍA están derramándose. (Lo
compruebas ahora…) Aplica hoy para ti
estas palabras parafraseadas que Dios te confirma y recuérdalas este día: “Mi mano estará
siempre contigo, mi brazo también te fortalecerá. No te sorprenderá el enemigo,
ni hijo de iniquidad te quebrantará; sino que quebrantaré delante de ti a sus
enemigos, y heriré a los que te aborrecen. Mi verdad y mi misericordia estarán
contigo, y en mi nombre será exaltado tu poder. (Salmo
89:21-24). Gózate en esta promesa que justamente estás
recibiendo en este momento. Mira también
lo que te reafirma: ”Mas no quitaré de
ti mi misericordia, ni falsearé mi verdad. No olvidaré mi pacto, ni mudaré lo
que ha salido de mis labios” (Salmo 89:33-34). No creo que precisamente ahora, esto se trate de un hecho fortuito, pues para
Dios las casualidades no existen y él quería que ahora fortalecieras tu fe y tu
esperanza.
Aunque en estos
momentos te sientas como “un barco a la deriva” a merced de las consecuencias
que generaron tu falta de fe y obediencia, aunque ya no aguantes más esta
situación que le ves “cero” salida, debes de entender que como hijo o hija del
Dios soberano, jamás serás víctima de las circunstancias aunque parezcan
serlo. No olvides que la MISERICORDIA,
la GRACIA, el PODER, la SOBERANÍA y la FIDELIDAD de Dios te envuelven en todo
momento y lugar. Necesitas creerlo
ahora. Necesitas creer que detrás de esto, hay algo más... “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo
presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse” (Romanos 8:18)
ASÍ ES...
DETRÁS
DE “ESTO”, HAY ALGO MAS...
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