Si de algo hemos de estar seguros es que algún día
moriremos. (A menos que Cristo venga antes).
El autor de la carta a los
hebreos nos lo dice: “Y de la manera que está establecido para los hombres que
mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Así está establecido por Dios. El día señalado para dejar este mundo “ya
está escrito”, ya está determinado por Dios, no será antes ni después; de ahí
la importancia de prepararte, pues no sabes si precisamente ahora que lees estas
líneas será tu último día. (No se trata
de ser fatalistas, sino realistas y prevenidos)
¿COMO ESTAR PREPARADOS PARA MORIR?.
Ante todo es necesario que hayas reconocido a Jesucristo como Señor y
Salvador de tu vida. En el evangelio de Juan vemos reflejada
esta enseñanza. “Porque de tal
manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su
Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El
que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado,
porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” Juan 3:16-18. Es necesario creer que Dios se manifestó al
mundo por medio de Jesucristo, y que por medio de él obtenemos el perdón de
nuestros pecados. Es así como nos constituimos en sus hijos y herederos. “Mas a todos los
que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos
hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios” Juan 1:12-13. Al constituirnos en sus hijos obtenemos su “ADN”,
su identidad celestial. “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad,
el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados
con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta
la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” Efesios 1:13-14. Su Espíritu
inicia en nosotros un proceso de santificación y su consecuente capacitación
para vivir de acuerdo a los lineamientos divinos, para reflejar espontáneamente
una vida cristiana genuina. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza...” Gálatas 5:22-23.
En conclusión, la preparación para la muerte comienza al recibir a
Cristo en nuestro interior y permitir que su Espíritu transforme todas las áreas
de nuestra vida. Lee con atención los siguientes textos: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los
que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme
al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado
de la ley del pecado y de la muerte. Romanos
8:1-2… “Mas vosotros no
vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios
mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Romanos 8:9... “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a
Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará
también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Romanos 8:11... “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que
somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente
con él seamos glorificados”. Romanos
8:16-17.
LA CERTEZA QUE CONTINUARAS VIVIENDO SERA REAL Y GENUINA.
Podrás decir sin lugar
a dudas: “Porque sabemos que
si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios
un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos” 2 Corintios 5:1. A nada ni a nadie le temerás porque aunque
acaben con tu cuerpo, jamás podrán tocar tu alma. “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el
alma no pueden matar”. Mateo 10:28. Aunque no entiendas “como” es el lugar a
donde vas a morar por toda la eternidad, ni que harás ahí, tienes la certeza
que vas a un plano espiritual que rebasa toda idea física y temporal jamás
vista o escuchada. El hecho que no lo entiendas, no quiere decir que sea irreal. “Antes bien, como está escrito: cosas que ojo no vio, ni
oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado
para los que le aman” 1 Corintios 2:9.
NO TEMAS MORIR...
Dios te creó para él. Desde el
plano eterno piensa en ti. Esa es la
razón de tu existencia. Vas hacia
él. Dios no te ha olvidado ni jamás lo
hará. Tu vida no pasa desapercibida por
él aunque las circunstancias o las personas te lo hagan sentir.
Tu vida está “escondida” EN Dios, estés donde estés, vayas donde vayas.
No temas morir: “No se
turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi
Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a
preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra
vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y
sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a
dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” Juan 14:1-6.
No temas morir: “Palabra
fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él” 2 Timoteo 2:11.
No temas morir: “Amados,
ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero
sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos
tal como él es” 1 Juan 3:2.
No temas morir: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y
constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro
trabajo en el Señor no es en vano” 1
Corintios 15:58.
TWITTER.
@JAlfredoLievano
1 comentario:
Publicar un comentario