viernes, 12 de agosto de 2022

REACCIÓN DEL SOBERBIO ANTE LA PALABRA DE DIOS

El mensaje de la Palabra de Dios no es bien recibido por aquellos que la desobedecen, buscan la manera de justificar su mala conducta y a la vez silenciar por todos los medios posibles a quienes la proclaman, hemos de estar conscientes de ello.

El profeta Jeremías es un claro ejemplo cuando denunció el mal proceder de los religiosos de su época. Veamos:

Entonces los sacerdotes y los profetas dijeron a los jefes y a todo el pueblo: «Este hombre debe ser condenado a muerte porque ha hablado contra esta ciudad. Ustedes lo oyeron con sus propios oídos.»Jeremías se dirigió a los jefes y al pueblo, y les dijo: «El Señor fue quien me envió a hablar en su nombre, y a decir contra este templo y esta ciudad todo lo que ustedes han oído. Mejoren su conducta y sus acciones, obedezcan al Señor su Dios y él no les enviará las calamidades que les ha anunciado. En cuanto a mí, estoy en manos de ustedes; hagan conmigo lo que les parezca. Pero, eso sí, sepan bien esto: si me matan, ustedes y los habitantes de esta ciudad serán culpables de matar a un inocente; porque en verdad fue el Señor quien me envió a anunciarles claramente todas esas cosas.»
Jr 26, 11-15

No podemos compararnos con el profeta Jeremías, pero sí podemos tomar su ejemplo de sabiduría, valor y determinación para presentar la palabra de Dios tal y como es a un mundo rebelde a sus enseñanzas.

Los hijos de Dios somos enviados al mundo para iluminarlo no solo con nuestro testimonio de vida sino por medio de la difusión de su Palabra. 

Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.
Mt 5, 14-16

Porque así nos mandó el Señor, diciendo: 
“Te he puesto como luz de las naciones,
para que lleves mi salvación
hasta las partes más lejanas de la tierra.”
Hech 13,47


Hemos de estar conscientes de la misión fundamental que todo cristiano tiene sobre la tierra; oremos para el Espíritu Santo nos dé la convicción, la sabiduría, la disponibilidad, la determinación y el valor para hacerlo. Así también no descuidemos la reflexión diaria de la Palabra de Dios.

Tú, sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual estás convencido. Ya sabes quiénes te lo enseñaron. Recuerda que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien.
2 Tim 3, 14-17


1 comentario:

Franklin Mercedes dijo...

Estimado Alfredo. Dios le coninue bendiciendo. Hace unos dias que no estoy recibiendo sus mensajes por email. Ahora los estoy leyendo en la pagina, pero me gustaria me los volviera a enviar a mi email. son muy edificantes para mi. Seria posible?