jueves, 23 de julio de 2020

EN MEDIO DEL PRINCIPIO DE DOLORES

No se trata de ser fatalistas ni alarmistas, pero la situación mundial va a empeorar, el Covid-19 es únicamente el inicio de una serie eventos muy dolorosos que afectarán a todas las naciones de la tierra.

Lo que está pasando ahora, es "nada" comparado con lo que viene, estos son únicamente los principios de dolores de los que habló nuestro Señor Jesucristo; todo se está cumpliendo tal y como él lo anunció:

"Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores"
Mt 24,6-8


¿Pero por qué todo esto?
¿Por qué lo permite Dios?

No es su voluntad que estas cosas sucedan, es la voluntad del ser humano, quien con su desobediencia descarada a los principios divinos ha provocado consecuencias de destrucción y de juicio.

No ha sido Dios quien ha abandonado a la humanidad, es la humanidad quien lo ha abandonado dándole la espalda.

"Me abandonaron a mí, 
fuente de agua viva"
Jr. 2,13

La sentencia divina en contra de la desobediencia descarada es clara, directa y severa.

"Yo voy a traer la desgracia
sobre este lugar y sus habitantes"
2 Cron 34,24


"Está ardiendo mi cólera contra 
este lugar y no se apagará"
2 Cron 34,25

Mientras la humanidad insista en darle la espalda a Dios, mayores serán las consecuencias de destrucción que provoque. 

Todo lo se haga en contra de la voluntad de Dios irá hacia su colapso total; por muchos esfuerzos que se hagan para buscar soluciones y "normalizar" la situación, nada se logrará.


Todo esfuerzo será vano
Todo irá de mal en peor.


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¿Cómo le irá bien a la humanidad?
¿Cuál es la solución?

Arrepintiéndose de su mal proceder, dar y un giro radical de conducta apegada a la Palabra de Dios.

"Así dice el Señor Todopoderoso... Obedézcanme, y yo seré su Dios... Caminen por el camino que les señalo y les irá bien"

Jr 7,23

La solución que Dios ofrece es constante; el problema es que a la mayoría no le importa, no le interesa; pese a las advertencias y a lo que están viendo, han tapado sus
oídos y han cerrado sus ojos.

"Se cumple en ellos aquella profecía de Isaías: Por más que escuchen, no comprenderán; por más que miren no verán. Se ha endurecido el corazón de este pueblo, se han vuelto duros, se han tapado los ojos"
Mt. 13,14-15

Es triste que no exista ni el más mínimo deseo de proceder al arrepentimiento, a pesar que insistentemente las advertencias divinas se proclaman desde los cuatro puntos cardinales de la tierra. Ante tal actitud dice el Señor:

"Ya puedes repetirles este sermón, que no te escucharán; ya puedes gritarles que no te responderán"
Jr 7,27

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EN MEDIO DEL PRINCIPIO 
DE DOLORES 

En medio de esta situación envuelta de caos progresivo, nos corresponde a nosotros iluminar el entorno que nos rodea con la LUZ del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Así nos lo recuerda...


"Ustedes son la LUZ del mundo"
Mt 5,14

Jamás olvidemos la razón prioritaria por la que estamos en la tierra; por lo tanto, necesitamos fortalecernos espiritualmente para proceder con fe, sabiduría y determinación en medio de este mundo que se cae a pedazos.



EN MEDIO DEL PRINCIPIO 
DE DOLORES 

No temamos, Dios ha prometido preservarnos si nos mantenemos fieles a sus lineamientos y si cumplimos con la misión encomendada.


"El Señor rescata la vida de sus siervos, los que se refugian en él, no serán castigados"

Salmo 34,23

Al estar bajo la cobertura constante de Dios, su bendición estará derramándose a favor nuestro; tendremos la salida oportuna en medio todo peligro inminente y esc
asez desoladora.

"El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente"
Salmo 91,1


"El ángel del Señor
acampa en torno a sus fieles y los protege"

Salmo 34,8


EN MEDIO DEL PRINCIPIO 
DE DOLORES

Dios nos ayudará independientemente a las circunstancias difíciles e imposibles por las que el mundo atraviesa.

Dios nos levantará desde donde nos encontremos, nos guiará con seguridad, nos abrirá caminos donde no los hay, nos proveerá los recursos que necesitemos y nos instalará en "tierra segura".

Dios nos bendecirá a medida que subordinemos lo recibido bajo la misión que nos ha encomendado.

Dios nos ayudará
Dios nos instalará
Dios nos bendecirá


"Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene del Eterno Dios que hizo los cielos y la tierra"

Salmo 121, 1-2

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