No hay razones para que justifiquemos nuestra conducta delante de Dios, pues no hay día que no pequemos y cometamos muchos errores; comprendemos entonces que todo cuanto recibimos de él, no se debe a nuestros méritos o capacidades sino únicamente a su GRACIA incondicional y a su MISERICORDIA infinita.
ES POR GRACIA Y
MISERICORDIA DE DIOS.
Que siempre ha intervenido a tu favor en el momento oportuno, cuando todo ha estado a punto de echarse a perder.
ES POR GRACIA Y
MISERICORDIA DE DIOS.
La que hace que todos tus acontecimientos sucedan para tu bien, aunque en el momento no comprendas o aceptes sus procesos.
ES POR GRACIA Y
MISERICORDIA DE DIOS.
Que ahora está restaurando las diversas áreas de tu vida que echaste a perder en el pasado.
ES POR GRACIA Y
MISERICORDIA DE DIOS.
Que él te resolverá todo lo que ahora te resulta imposible solucionar con tus propios medios.
ES POR GRACIA Y
MISERICORDIA DE DIOS.
Que te otorgará una nueva oportunidad llena de sorpresas y bendiciones inimaginables.
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Recuerda ahora, todo cuanto Dios está haciendo a tu favor, no es porque hayas reunido méritos personales o porque te justifiques ante él; todo se debe a una extensión de su GRACIA y su MISERICORDIA para contigo.
1 comentario:
Amén
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