QUE LA PAZ DE DIOS NOS GOBIERNE AHORA.

A través de la intensa crisis que golpea al mundo entero, Dios nos está enseñando a depositar sin reservas nuestra esperanza en él; estamos aprendiendo que de nada sirve ponerla en las circunstancias, ni en las personas, ni en las cosas materiales, ni en el dinero.

Sin duda alguna, que poner nuestra esperanza en lo que NO ES Dios trae angustia y frustración.

En estos momentos tan difíciles por los que atravesamos, es necesario que la PAZ de Dios inunde nuestros pensamientos y corazones; esa PAZ que no depende de las circunstancias externas; esa PAZ que no depende de los esquemas lógicos que nuestra mente acostumbra a elaborar.

Ahora, en medio de esta crisis tan intensa, en donde los recursos terrenales son ineficientes y las circunstancias no nos favorecen en absoluto, es cuando hemos de aprender a confiar en Dios.

Creamos en la Palabra de Dios.

Confiemos en sus procesos.

Recordemos sus portentos.

Esperemos en su intervención.

Creamos, confiemos y esperemos en Dios aunque veamos cero posibilidades de salir del foso profundo que nos mantiene hundidos; comprendamos ahora, que nada de lo que nos acontece se escapa de su poder soberano.

¿COMO TENER LA PAZ DE DIOS EN MEDIO DE LAS CRISIS?

Buscándole en oración, reconociendo nuestra necesidad absoluta y continua de él.

Exponiéndonos a su Palabra, creyendo en sus promesas, recordando sus portentos pasados y confiando en sus procesos soberanos sobre toda grandeza terrenal.

Avanzar con la plena certeza de que él va delante de nosotros abriéndonos caminos donde no los hay, que nos va sacando de situaciones que estaban completamente perdidas.

QUE LA PAZ DE DIOS NOS GOBIERNE AHORA.

Estad quietos, 

y conoced que yo soy Dios.

 Salmo 46,10

Confiemos en que nos concederá las peticiones presentadas en oración; él ya dio la orden para que todo suceda como debe de suceder de manera inusual, repentina y milagrosa. 

Refugiémonos y descansemos en Dios; confiemos en él y llenémonos de su paz.

Bendito quien confía en el Señor, y busca en él su apoyo.

Jeremías 17,7