Dios sí ha escuchado la oración sincera que ha brotado de tu corazón
abatido ante tantas acusaciones que recibes de tus “jueces”, acusaciones
de aquellos que te hacen pedazos con sus comentarios y que ignoran lo que
realmente hay en el fondo de tu alma.
ANTE TANTAS ACUSACIONES...
Dios te envía su Palabra oportuna.
¡Créela!
¡Atesórala!
“Bástate mi gracia; porque
mi poder se perfecciona en la debilidad”
2 corintios 12:9
“Con amor eterno te he amado;
por tanto, te prolongué mi misericordia”
Jeremías 31:3
“La paz os dejo, mi
paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón,
ni tenga miedo”
Juan 14:27
Dios es testigo de
lo que realmente hay en tu corazón...
Es testigo que no quieres hacer maldad... Es testigo de los resultados de tus luchas vanas contra las
debilidades que continuamente te derriban...
Es testigo de la disposición que tienes para avanzar al tenerlo todo en
contra... Es testigo de tus
pensamientos, intenciones y acciones.
Todo lo anterior es imposible que lo
sepan con certeza tus “jueces”, es por eso arremeten sin piedad en tu
contra.
“A Dios le es
manifiesto lo que somos”
2 Corintios 5:11
ANTE TANTAS ACUSACIONES...
Ampárate bajo la Gracia de Dios
Ampárate bajo su Misericordia.
Todo lo bueno que
recibes de él, no se debe a tus méritos personales, sino a los méritos de
Jesucristo en la cruz; es por su Gracia
Todo lo malo que NO
te ha llegado y que en realidad deberías enfrentar, se debe a su misericordia
infinita.
“Justificados, pues
por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”
Romanos 5:1
“Estando ya
justificados por la sangre de Jesucristo;
por él, seremos
salvos de la ira”
Romanos 5:19
ANTE TANTAS ACUSACIONES...
Dile al Señor:
“Socórreme y
líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y
sálvame”
Salmo 71:2
Espera en su Gracia
y Misericordia.
Espera en su Poder
transformador.
Espera en su
Soberanía perfecta.
----------------------.
José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje
de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la
tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor,
diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para
salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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