sábado, 16 de febrero de 2019

LA JUSTIFICACIÓN QUE NOS SALVA.


Es por medio del sacrificio de Jesucristo en la cruz que somos declarados inocentes y libres de toda culpa; es únicamente por medio de esa obra perfecta que alcanzamos la justificación delante de Dios.

Se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús
Romanos 3:21-26




¡JESUCRISTO!

Es la justificación que nos salva.
Es el cordero de Dios que quita el pecado.

He aquí, el cordero de Dios que quita el pecado del mundo
Juan 1:29

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos
Hechos 4:12



¿Cómo alcanzar esta justificación?
¿Qué hacer?

Reconociendo delante de Dios que por nuestros méritos somos incapaces de salvarnos.

Creyendo que Dios se hizo hombre en la persona de Jesucristo para pagar por todos nuestros pecados en la cruz.

Arrepintiéndose de los pecados cometidos, y tomando la determinación bajo la ayuda del Espíritu Santo a llevar una vida nueva.

Abandonarse bajo la acción transformadora y renovadora del Espíritu Santo.

En otras palabras...
¡Creyendo en el evangelio!

Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios
Juan 3:17-18

Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado
                                            Romanos 10:8-11                     


Si de corazón has creído en el evangelio, has alcanzado la plena justificación por medio del sacrificio de nuestro Señor Jesucristo.

Si de corazón has creído en el evangelio, no tienes por qué seguir cargando complejos de culpa de aquello por lo que Dios te perdonó.

Al respecto...
¡Dios te dice!

No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú...     Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mi mismo, y no me acordaré de tus pecados
Isaías 43:1,25






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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!

Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra

Hechos 13:47.


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1 comentario:

Gustavo dijo...

Bendito quien confía en el señor y no en el hombre...