El que ama...
Se consagra
totalmente a Dios
para vivir en
santidad y servicio a al prójimo.
El que ama...
Mira a las personas
como Dios las ve,
sin establecer
diferencias.
El que ama...
Se solidariza espontáneamente
ante las diversas necesidades de los demás.
El que ama...
Ora por las
necesidades de su prójimo.
El que ama...
Perdona
incondicionalmente a sus enemigos.
El que ama...
Enfrenta con
valentía, paciencia y paz toda oposición por defender la Palabra de Dios.
El que ama...
Está dispuesto a
dar su vida por los demás.
“Si yo hablase
lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que
resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los
misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase
los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para
dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no
tengo amor, de nada me sirve”
1 Corintios 13:1-3
¿AMAS?
Si estas fallando en
un genuino amor al prójimo, entonces ora insistentemente para que el Espíritu
Santo transforme tu corazón egoísta e indiferente en un corazón que refleje el
amor de Dios al mundo.
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel
que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a
Dios; porque Dios es amor”
1 Juan 4:7-8
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje
de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la
tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor,
diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación
hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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