Hay muchas circunstancias
en tu vida que no aceptas "por qué tienen que ser así";
circunstancias que Dios pudo haber evitado, pero que con el paso de los años te
“empujaron” hacia el árido desierto de lo imposible; y ahora, humanamente
hablando no cuentas con el apoyo de nadie.
No te explicas “por qué” a ti.
Sin embargo, es parte de un proceso formativo.
Dios te permite
permanecer en el “desierto de lo imposible” para que aprendas a
descansar en su poder sobrenatural y en su perfecta soberanía.
Dios quiere que desarrolles convicciones firmes en
él, aunque todo lo tengas en contra.
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve”
Hebreos 11:1
Es a través de este
proceso incierto, como tu convicción en el Dios de lo imposible se ejercita y
desarrolla a plenitud; deja de angustiarte y de afanarte en lo que
definitivamente no puedes hacer...
¡Descansa!
Deja que Dios haga su parte...
¡Tú, ya hiciste la tuya!
No trates de buscar
soluciones contrarias a los lineamientos de su Palabra, pues no te funcionarán.
"Estad quietos y conoced que yo
soy Dios"
Salmo 46:10
Fortalécete en Dios
orando y alimentándote con su Palabra para que tu mente sea iluminada con su
luz sobrenatural, tus emociones sean guardadas en la paz que sobrepasa todo
entendimiento y tu voluntad se mantenga firme durante el trayecto que aun te
falta recorrer.
“Por nada estéis afanosos, sino sean
conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción
de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará
vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”
Filipenses 4:6-7
Abandónate en Dios; en su
Misericordia infinita, en su Gracia incondicional, en su Poder sobrenatural y en
su Soberanía perfecta. El sabrá que hacer y cómo proceder contigo.
"Oh Eterno Dios, roca mía, y
redentor mío"
Salmo 19:14
Vive para el propósito y
para la misión por el cual Dios te creó
y te trajo al mundo; para ello, es necesario que te pongas bajo su total
disposición; será él quien te capacite con sus dones, te conduzca en el desierto,
te proteja de la tempestad, te provea en la escasez y respalde tu labor.
“Porque te tomé de los confines de la
tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí,
y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy
tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia”
Isaías 41:9-10
No temas, pues aunque
estés en el peor de los desiertos, la presencia poderosa y soberana del Dios
Altísimo te guardará bajo su cobertura; te preservará para sus propósitos
eternos... ¡Confía que así será!
“Ahora, así dice el Eterno Dios,
Creador tuyo... Formador tuyo... No temas, porque yo te redimí; te puse
nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por
los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la
llama arderá en ti”
Isaías 43:1-2
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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