Dios, la
Causa Eterna del universo, no ha quedado en el anonimato; la creación misma
testifica de su Poder Soberano.
“Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y
el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y
una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, Ni es
oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus
palabras”
Salmo 19:1-4
No hay
excusas para negar su realidad poderosa; la naturaleza que nos envuelve, “nos
habla de él”.
“Porque las cosas invisibles de él, su
eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del
mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen
excusa”
Romanos 1:20
Es una
necedad negar la realidad viva y eterna de la CAUSA de donde provienen todas
las cosas; es una necedad afirmar que el universo se “auto-creó” desde
la nada y se “auto-impuso” leyes inteligentes que lo rigieran.
“Dice el necio en su corazón: No hay
Dios”
Salmo 53:1
¡DIOS ES REAL!
El hecho que
no lo podamos digerir con nuestra lógica y percepción sensorial, no indica su
inexistencia. Si Dios no existiera, nada hubiera; al no haber causa, no
habría efecto.
“Por la fe entendemos haber sido
constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue
hecho de lo que no se veía”
Hebreos 11:3
“Antes que naciesen los montes Y
formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios”
Salmo 90:2
¡DIOS SE COMUNICA!
Si bien es
cierto, que la creación “nos habla” de una causa eterna y creadora; es
necesario que tal causa se comunique con los seres que creó a su imagen y
semejanza.
Es necesario
que no solamente nos muestre las maravillas de la creación como una evidencia
de su realidad, sino que nos muestre sus lineamientos específicos y propósitos eternos
que tiene para nosotros; es por eso que
nos reveló su palabra escrita en la Biblia.
“Dios, habiendo hablado muchas veces y
de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos
postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo,
y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su
gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con
la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados
por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
Hebreos 1:1-3
“Estas son las palabras que os hablé,
estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está
escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”
Lucas 24:44
“Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia”
1 Timoteo
3:16
“Tenemos también la palabra profética
más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que
alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga
en vuestros corazones”
2 Pedro 1:19
Es obvio que
la Biblia fue escrita por hombres, pero recibieron la inspiración y la dirección
de Dios para que escribieran las palabras específicas que él quería que
quedaran registradas.
La Biblia es completa. No hay ni
una tan sola palabra de más ni menos; Dios no deja su revelación escrita “a
medias”.
La Biblia es veraz. Todas sus enseñanzas,
profecías y promesas son dignas de creerse. Dios no miente.
La Biblia es fiel. Su contenido no cambia con el transcurso
del tiempo ni de las generaciones.
La Biblia es indestructible. Ningún “poder”
maligno, ni humano, ni circunstancial podrá mutilarla ni hacerla desaparecer.
“El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán”
Mateo 24:35
DIOS NO HA QUEDADO EN EL ANONIMATO.
Tú lo has “visto”
al admirar su creación perfecta y al “escuchar” sus palabras oportunas en la
Biblia; No tienes motivos para seguir alimentando dudas al respecto, cuando lo
has “visto” y “oído” siempre. No tienes excusas para dudar de su Realidad y de
su Palabra inspirada.
“A ti te fue mostrado, para que supieses
que el Dios Eterno es Dios, y no hay otro fuera de él. Desde los cielos te hizo
oír su voz, para enseñarte”
Deuteronomio
4:35-36
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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