jueves, 1 de marzo de 2018

SIGAMOS CRECIENDO...


Nuestra existencia en la tierra no es producto del azar, sino que fue planeada por Dios desde antes de la fundación del mundo, para que en un tiempo y lugar específicos se comenzara a desarrollar.

Al respecto, el apóstol Pablo lo escribe en una de sus cartas:

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”

Efesios 1:3-5


Somos semillas escogidas que han sido “sembradas” por Dios en el campo de la tierra para que crezcan, se fortalezcan y fructifiquen. No hemos venido “aquí” para quedar enterrados, sino para trascender nuestra existencia EN Cristo.     Habitamos en “un cuerpo de tierra”; pero hemos sido creados por Dios a su imagen y semejanza.


Dios nos ha creado para VIVIR,
No para morir.

“Dios no es Dios de muertos, sino de vivos”
Mateo 22:32




NECESITAMOS CRECER

Aún estamos en nuestra “infancia espiritual”, aun pensamos, discernimos y actuamos como “niños espirituales”; por eso, necesitamos crecer.

El crecimiento espiritual, únicamente se puede producir al permanecer arraigados en Jesucristo; para que por medio de su Espíritu alcancemos la estatura de “el varón perfecto”.  Se trata de un proceso...

“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”

Efesios 4:13-15

Mientras vivamos en este proceso de crecimiento, es como nos fortaleceremos, maduraremos y fructificaremos.




EVIDENCIAS DE CRECIMIENTO ESPIRITUAL.

A medida que crezcamos, iremos descubriendo ciertas evidencias que lo confirman:

Convicción de la realidad de Dios, de nuestra identidad espiritual y de nuestro destino eterno.

Sabiduría para proceder ante determinadas circunstancias que la vida nos demanda.

Deseo intenso de nutrirnos en todo momento de la Palabra de Dios.

Deseo y espontaneidad para proceder de acuerdo con la Palabra de Dios.

Deseo y espontaneidad para difundir por todos los medios posibles la Palabra de Dios.




SIGAMOS CRECIENDO

Sigamos cultivando nuestra vida espiritual por medio de la oración y la reflexión de la Palabra de Dios; es necesario que sigamos creciendo...

“Siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”

Efesios 4:15






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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!


Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra
Hechos 13:47.


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1 comentario:

Álvaro dijo...

Muchas gracias por compartir tan valiosos escritos, Dios le siga bendiciendo y prosperando en todas las cosas y siga constituyendolo instrumento de bendicion para todas las naciones