Nuestra existencia en la
tierra no es producto del azar, sino que fue planeada por Dios desde antes de
la fundación del mundo, para que en un tiempo y lugar específicos se comenzara
a desarrollar.
Al respecto, el apóstol
Pablo lo escribe en una de sus cartas:
“Bendito sea
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo,
para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad”
Efesios 1:3-5
Somos semillas escogidas
que han sido “sembradas” por Dios en el campo de la tierra para que crezcan, se fortalezcan y fructifiquen.
No hemos venido “aquí” para quedar enterrados, sino para trascender nuestra
existencia EN Cristo. Habitamos en “un
cuerpo de tierra”; pero hemos sido creados por Dios a su imagen y
semejanza.
Dios
nos ha creado para VIVIR,
No
para morir.
“Dios no es
Dios de muertos, sino de vivos”
Mateo 22:32
NECESITAMOS
CRECER
Aún estamos en nuestra “infancia
espiritual”, aun pensamos, discernimos y actuamos como “niños
espirituales”; por eso, necesitamos crecer.
El crecimiento espiritual,
únicamente se puede producir al permanecer arraigados en Jesucristo; para que
por medio de su Espíritu alcancemos la estatura de “el varón perfecto”. Se trata de un proceso...
“Hasta que
todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un
varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que
ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de
doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las
artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en
aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”
Efesios 4:13-15
Mientras vivamos en este
proceso de crecimiento, es como nos fortaleceremos, maduraremos y
fructificaremos.
EVIDENCIAS
DE CRECIMIENTO ESPIRITUAL.
A medida que crezcamos, iremos descubriendo ciertas
evidencias que lo confirman:
Convicción de la realidad
de Dios, de nuestra identidad espiritual y de nuestro destino eterno.
Sabiduría para proceder
ante determinadas circunstancias que la vida nos demanda.
Deseo intenso de nutrirnos
en todo momento de la Palabra de Dios.
Deseo y espontaneidad para
proceder de acuerdo con la Palabra de Dios.
Deseo y espontaneidad para
difundir por todos los medios posibles la Palabra de Dios.
SIGAMOS
CRECIENDO
Sigamos cultivando nuestra
vida espiritual por medio de la oración y la reflexión de la Palabra de Dios;
es necesario que sigamos creciendo...
“Siguiendo la verdad en amor, crezcamos
en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”
Efesios
4:15
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque
así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las
gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
sociales para ese propósito...
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1 comentario:
Muchas gracias por compartir tan valiosos escritos, Dios le siga bendiciendo y prosperando en todas las cosas y siga constituyendolo instrumento de bendicion para todas las naciones
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