miércoles, 23 de agosto de 2017

NO OLVIDES TU DESTINO DEFINITIVO.


Existe una REALIDAD trascendente donde habita Dios, es la que todos conocemos con el nombre de “cielo”; sin embargo, no se trata de un cielo material como el firmamento, sino de “algo” que está más allá de todo lo físico, temporal y espacial. Es lo que el apóstol Pablo le llama “El tercer cielo”.

Veamos...

Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar”     (2 Corintios 12:2-4)

Se trata de una realidad celestial que se escapa de toda razón e imaginación, es el hogar de los ángeles y de los escogidos de Dios...     ¡Es tu destino!

Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”     (1 Corintios 2:9)




NO OLVIDES TU DESTINO

Para mantener viva tu esperanza eterna, es necesario que mantengas fijos tus ojos en el cielo.

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”     (Colosenses 3:2-4)

No te desconectes del cielo; por eso es necesario que alimentes diariamente tu vida espiritual mediante la oración y la reflexión de la Palabra de Dios.

Es necesario que no pierdas la noción de la realidad ETERNA de Dios; del Dios que posee vida en sí mismo. De aquel que dijo...     “Yo Soy el que Soy” (Éxodo 3:14); de este Dios que se manifestó en Jesucristo para que por su medio obtuviéramos el acceso a su Reino...     Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre si no es por mi”     (Juan 14:6)






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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!

“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.


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