Recuerda que el trono
soberano del Dios Eterno, creador del universo, permanece sobre la tierra; y
aunque los rebeldes luchen contra él y traten de establecer sus patrones de
maldad, al final no lograrán sus propósitos.
“Mas
los transgresores serán todos a una destruidos; La posteridad de los impíos
será extinguida. Pero la salvación de los justos es del Dios Eterno, y él es su
fortaleza en el tiempo de la angustia. El Dios Eterno los ayudará y los librará;
los libertará de los impíos, y los salvará, Por cuanto en él esperaron” (Salmo
37:38-40)
Dios se mantiene velando a
tu favor; por lo tanto, no le temas a las malas noticias que recibas o los
comentarios que escuches a nivel general...
¡Confía en el poder soberano de Dios obrando SIEMPRE a tu favor!
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las
tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se
traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas” (Salmo 46:1-3)
LO QUE TE SUCEDE AHORA ESTA BAJO EL CONTROL DE DIOS.
Necesitas creerlo aunque no
veas nada favorable. Recuerda que así como en el pasado, así sucederá otra
vez... ¡Nadie podrá contra ti!
Dios, en su perfecta
soberanía, todo lo está manejando “milimétricamente” a tu favor precisamente en
estos instantes de tu vida... ¡Nada
está pasando por casualidad! ¡La “suerte” no tiene nada que ver!
Los procesos de Dios son
perfectos aunque no los comprendas...
¡Son perfectos aun en medio del entorno de rebeldía en el que vive el
mundo!
Las fuerzas del mal no te
podrán tocar aunque sus amenazas sean continuas... ¡Todo es para tu bien aunque los vientos
contrarios te azoten con fuerza destructora!
Asimila las siguientes palabras y aplícalas a tu
vida...
“Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo,
para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a
éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que
justificó, a éstos también glorificó.
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra
nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por
todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios?
Dios es el que justifica. ¿Quién es
el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el
que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por
nosotros. ¿Quién nos separará del
amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez,
o peligro, o espada? Como está escrito: Por
causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de
matadero. Antes, en todas estas
cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual
estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni
potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni
ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo
Jesús Señor nuestro” (Romanos 8:28-29)
---------------.
José Alfredo
Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor,
diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para
salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
Usa tus redes
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