Debido a
nuestra naturaleza humana, todos estamos expuestos a ser derribados por una
tentación seductora o por una prueba dolorosa; por esa razón, el apóstol Pablo
previene y aconseja lo siguiente... “El que piensa estar firme mire que no caiga” 1 Corintios 10:12. No somos inmunes a caer, pero si podemos evitarlo.
Para
no caer...
Para no caer,
es necesario permanecer fundamentados en Jesucristo; en la ROCA ETERNA de los
siglos. “Él es la roca, cuya obra es
perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna
iniquidad en él; Es justo y recto” Deuteronomio 32:4. ¿Cómo
sabemos que Jesucristo es la Roca? El apóstol Pablo hace referencia de él
cuando habla del trayecto de los israelitas a través del desierto; veamos: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis
que nuestros antepasados estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; y
todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, y todos comieron el
mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque
bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era
Cristo. 1 Corintios 10:1-4.
Nuestro Señor
Jesucristo nos hace una ilustración muy clara de lo que implica permanecer
firmes en la Roca... “Todo aquel que viene a mí, y oye mis
palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre
que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y
cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no
la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Mas el que oyó y no hizo,
semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra
la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella
casa” Lucas 6:47-49.
Para
no caer...
¿Qué
medidas específicas se deben tener en cuenta?
Reconociendo todo
el tiempo nuestra dependencia absoluta de Dios. Imposible depender de nosotros
mismos.
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de
Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad
sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”
1 Pedro
5:6-7.
Creyéndole a
Dios a pesar de permanecer en medio de circunstancias eminentemente peligrosas.
No nos desesperaremos ni tomaremos acciones incorrectas que nos lleven a una situación
peor... ¡Esperaremos en él!
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra
sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se
turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza”
Salmo 46:1-3.
Acordándonos de
las intervenciones oportunas de Dios, cuando ya nada podíamos hacer. Nuestra fe
se retroalimentará y nuestra esperanza se fortalecerá.
“Acordaos de las maravillas que él ha hecho, de
sus prodigios y de los juicios de su boca”
Salmo 105:5
Reflexionando en
las enseñanzas de Cristo y fortaleciéndonos por medio de la oración continua. Esto
debe ser... ¡Siempre!
“Velad y orad, para que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”
Mateo 26:41.
Manteniéndonos
activos en la obra que Dios nos ha encomendado...
¡Difundir su Palabra!; esta labor nos mantendrá despiertos y activos, sin perder
la noción de nuestra existencia sobre la tierra... ¡Pase lo que pase!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo:
Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta
lo último de la tierra”
Hechos 13:47
¡No
olvidar!
“El
que piensa estar firme mire que no caiga”
1
Corintios 10:12.
---------------.
José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor,
diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para
salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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