“El alma
generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”
Proverbios 11:25
Quien da con generosidad recibe mucho más a cambio; y mientras más
reciba, más tendrá para dar y no para atesorar. Si Dios nos da, es para que
demos; no nos da para que estimulemos el egoísmo y la tacañería. No olvidemos
que somos administradores de lo que él en su misericordia ha puesto en nuestras
manos.
Es necesario morir a todo síntoma de egoísmo y tacañería.
Es necesario que como cristianos nos enfoquemos en las necesidades
reales e inmediatas de las personas que nos rodean.
Sea cual sea el
motivo, el egoísmo y la tacañería son un espejo de la avaricia la cual a su vez
es idolatría pues hace sustituir a Dios por los bienes materiales y el dinero.
“Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros:
fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”
Colosenses
3:5
La avaricia es confiar más en los bienes materiales y en el dinero que
en Dios, es retenerlos por miedo a quedarse sin ellos; sin embargo, mientras
más guardemos “con seguridad” nuestros bienes, más rápido se nos “harán agua”.
No temas quedarte
sin nada...
No temas compartir lo poco o mucho que poseas.
Dios es tu única fuente de provisión y sabe lo que necesitas ahora. Él
es el dueño de todo...
“Tus cosas” y “tu dinero” no son tuyos, son de Dios; él te los ha dado
para que los administres con fidelidad y generosidad.
“De Jehová es la tierra y su plenitud;
El mundo, y los que en él habitan”
Salmo
24:1
“Mía es la plata, y mío es el oro,
dice Jehová de los ejércitos”
Hageo
2:8
¡No lo olvides!
Si sabes que alguien cerca de ti necesita algo, no se lo preguntes, simplemente
dáselo.
Dios no se queda sin nada.
Dios es fiel y verdadero, no te dejará sin lo necesario.
Confía en él, es tu ayuda y escudo.
“A Jehová presta el que da al pobre,
y el bien que ha hecho, se lo volverá a
pagar”
Proverbios
19:7
“Jehová no dejará padecer hambre al
justo...”
Proverbios
10:6
Que prevalezca la
compasión sobre el egoísmo.
Es necesario tener un corazón generoso que nos impulse a compartir lo
poco o mucho que tengamos.
Es necesario proceder en función de los demás y no de nosotros mismos.
Es necesario pensar y proceder como Cristo.
“Porque ejemplo os he dado, para que como
yo os he hecho, vosotros también hagáis”
Juan
13:15
“En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”
Juan
13:35
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