Vienen tiempos muy difíciles para el mundo como
consecuencia de la maldad deliberada que en él se practica. “Se levantará
nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en
diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del
cielo... Entonces habrá señales en el
sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes,
confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los
hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la
tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. (Lucas 21:10-11; 25-26). Todas
estas cosas son preámbulo de tiempos
de juicio determinados por Dios, tiempos en los que habrá mucho sufrimiento y
dolor; nuestro Señor Jesucristo dice al respecto: “Principios de dolores son estos” (Marcos 13:8).
Ante el escenario
de los “Principios de dolores”...
Nos corresponde a los cristianos no permanecer
impasibles ante lo que sucede y ante lo que vendrá, nos corresponde doblegar
esfuerzos para llamar al arrepentimiento por medio del anuncio del evangelio
usando todos los medios posibles a nuestro alcance; además nos corresponde
mostrar actitudes solidarias ante las diversas necesidades que surgirán a
medida que el tiempo avance.
Los cristianos de esta generación hemos de estar
conscientes que estamos viviendo en medio de tiempos profetizados; necesitamos
enfocarnos para lo que hemos venido al mundo. Somos los elegidos de “la hora undécima”... ¡Falta muy poco! Dios está advirtiendo al
mundo para que deje la maldad y se convierta de sus malos caminos.
Cristianos de la “hora
undécima”:
Oremos a Dios...
Por convicciones firmes en su Palabra.
Por un corazón sensible y solidario ante las
necesidades del prójimo.
Por valentía para hacerle frente a la oposición
reinante.
¡Vivamos para lo
que hemos nacido!
Somos la generación
de la hora undécima.
“Mirad
también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería
y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros
aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz
de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por
dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante
del Hijo del Hombre.
Lucas 21:34-36
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José Alfredo Liévano
PENSEMOS EN DIOS
@JAlfredoLievano
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