Nuestro Señor
Jesucristo dijo:
“Yo he venido para que
tengan vida y la tengan en abundancia”
Juan 10:10
La vida
en abundancia que Cristo ofrece, se traduce en vivir a plenitud no solamente el
presente, sino después de haber traspasado las fronteras de la muerte.
Creer
que Dios se hizo hombre en Jesucristo para salvarnos de la condenación eterna,
es la puerta que nos permite entrar a esta nueva dimensión de vida. Veamos tres
verdades bíblicas que lo aseguran...
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino
para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el
que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios.” Juan 3:16-18
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de
sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” Juan 1:12-13
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros
delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la
corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales
también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza
hijos de ira, lo mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia,
por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos
dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él
nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús” Efesios 2:1-6
De los
textos anteriores, sacamos 4 verdades fundamentales de las que hemos de estar
convencidos...
Ø En Cristo, obtenemos una nueva y definitiva identidad. Nos
convertimos en hijos de Dios y por lo tanto en sus herederos.
Ø En Cristo, somos libres de la muerte eterna y de la
esclavitud del pecado, no por nuestros méritos sino por su sacrificio en la
cruz.
Ø En Cristo el rumbo de nuestra historia da un giro radical y
correcto, aunque por ello sea necesario pasar por procesos dolorosos e
incomprensibles.
Ø En Cristo se nos asegura un destino eterno y glorioso.
Pídele a
Dios que su Espíritu ponga en ti la firme convicción de la VIDA PLENA EN CRISTO.
Verás entonces como tu perspectiva de la vida cambiará radicalmente...
“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra
vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre!. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de
que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que
juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las
aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que
en nosotros ha de manifestarse” Romanos 8:14-18
TWITTER.
@JAlfredoLievano