La Biblia es el fundamento
de toda enseñanza cristiana. En ella se encuentra
revelada la voluntad y el propósito de Dios para la humanidad; fue él quien
inspiró a sus escritores y la preservó para que llegara a nuestras manos. “Toda la Escritura
es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra” 2
Timoteo 3:16-17. Es de vital importancia que todos los cristianos
nos mantengamos “despiertos” estudiando y reflexionando en su contenido para no
perder la noción de la realidad de Dios, de nuestra identidad espiritual, de nuestra
misión sobre la tierra y de nuestro destino eterno.
Entre la enorme
diversidad de características que la Palabra de Dios posee, encontramos tres
que son básicas:
Ø La Palabra de Dios es Eterna. Ha sido revelada por el Dios eterno creador del universo y dada a
conocer de manera plena por medio de Jesucristo. “En el principio era el Verbo (La Palabra), y
el Verbo (La Palabra) era con Dios, y el Verbo (La Palabra) era Dios. Este era
en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada
de lo que ha sido hecho, fue hecho... A
Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo (El Verbo), que está en el seno del Padre,
él le ha dado a conocer.” Juan 1:1-3,18.
Jesucristo es la Palabra Eterna de Dios manifestada en carne. En él se
confirman exactamente todas las profecías y tipologías del Antiguo Testamento. (Esto causa admiración y convicción a medida
que se profundizan y escudriñan estas verdades)
Ø La Palabra de Dios es Veraz. Jesucristo nos REVELA y EXPLICA la Verdad Eterna de Dios sin margen de
error o falsedad. Todo lo que de Dios sabemos, lo conocemos por medio de él. “Dios, habiendo
hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los
profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual,
siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien
sustenta todas las cosas con la palabra de su poder...” Hebreos 1:1-3. Todo el contenido de su revelación está
impregnado de la Verdad Pura, lo que viene a constituirse en plena garantía para
nosotros. Es imposible que Dios mienta,
no puede contradecirse a sí mismo. Todo lo que se propone y anuncia lo
cumple. Al estudiar su Palabra hemos comprobado como sus profecías se
cumplieron en el pasado, se cumplen en el presente y se cumplirán en el futuro (Precisamente en esta época de la historia,
estamos viendo los indicios de lo anunciado por él; los indicios de lo que
viene...) “Acordaos
de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay
otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio,
y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo
permanecerá, y haré todo lo que quiero...” Isaías
46:9-10. Dios no miente, por lo tanto podemos
descansar plenamente en su Palabra. “Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a
los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso
juramento; para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos
un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta
delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma...” Hebreos 6:17-19.
Ø La Palabra de Dios es
Fiel. Ninguna circunstancia adversa, ni propósito humano
impedirá que su contenido se llegue a difundir y cumplir. Dios se mantiene fiel
a lo que dijo y prometió, aunque las fuerzas infernales del mal y los hombres
intenten impedirlo. Contra “viento y marea” la Palabra de Dios se cumplirá. El apóstol
Juan atestigua lo siguiente. “Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el
Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para
mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.” Apocalipsis 22:6.
Estudiar y reflexionar
la Palabra de Dios bajo la dirección del Espíritu Santo produce los siguientes
resultados:
Ø Convicción sobrenatural de Biblia como la única VERDAD.
Ø Docilidad para obedecerla y difundirla en todo momento y lugar.
Ø Nos hace ver los acontecimientos bajo su perspectiva.
Ø Nos mantiene despiertos espiritualmente.
Ø Produce paz interior.
En lo personal, la
mayor evidencia de la eternidad, veracidad y fidelidad de la Palabra de Dios es
el impacto profundo que ha producido en mi interior.
Aquí viene a cumplirse al texto que dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien
todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos
que dar cuenta.” Hebreos 4:12-13.
Su acción VIVA y EFICAZ me ha hecho digerir su contenido con la dirección del
Espíritu Santo y ver la vida desde una perspectiva totalmente diferente. Además doy fe, que siempre recibo la
palabra precisa que necesito para “ese momento específico” por el que estoy
atravesando. Siempre que reflexiono en la Palabra de Dios recibo
oportunamente su consejo eterno, veraz y fiel; y esta mañana no fue la excepción. No creo que se trate de una feliz casualidad,
y esto fortalece enormemente mi fe. Testifico
hoy que la Palabra de Dios es eterna, verdadera y fiel.
A ti...
Hoy el Señor te confirma lo siguiente:
“Cielo y tierra pasarán, más mis
palabras no pasarán”
Lucas 21:33
Descansa en sus propósitos eternos...
Descansa en su verdad...
Descansa en su fidelidad...
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@JAlfredoLievano
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