jueves, 14 de enero de 2016

PALABRA ETERNA, VERDADERA Y FIEL.


La Biblia es el fundamento de toda enseñanza cristiana. En ella se encuentra revelada la voluntad y el propósito de Dios para la humanidad; fue él quien inspiró a sus escritores y la preservó para que llegara a nuestras manos. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” 2 Timoteo 3:16-17.  Es de vital importancia que todos los cristianos nos mantengamos “despiertos” estudiando y reflexionando en su contenido para no perder la noción de la realidad de Dios, de nuestra identidad espiritual, de nuestra misión sobre la tierra y de nuestro destino eterno.


Entre la enorme diversidad de características que la Palabra de Dios posee, encontramos tres que son básicas:

Ø La Palabra de Dios es Eterna. Ha sido revelada por el Dios eterno creador del universo y dada a conocer de manera plena por medio de Jesucristo. “En el principio era el Verbo (La Palabra), y el Verbo (La Palabra) era con Dios, y el Verbo (La Palabra) era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho...   A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo (El Verbo), que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” Juan 1:1-3,18. Jesucristo es la Palabra Eterna de Dios manifestada en carne. En él se confirman exactamente todas las profecías y tipologías del Antiguo Testamento. (Esto causa admiración y convicción a medida que se profundizan y escudriñan estas verdades)


Ø La Palabra de Dios es Veraz. Jesucristo nos REVELA y EXPLICA la Verdad Eterna de Dios sin margen de error o falsedad. Todo lo que de Dios sabemos, lo conocemos por medio de él. “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder...” Hebreos 1:1-3. Todo el contenido de su revelación está impregnado de la Verdad Pura, lo que viene a constituirse en plena garantía para nosotros. Es imposible que Dios mienta, no puede contradecirse a sí mismo. Todo lo que se propone y anuncia lo cumple. Al estudiar su Palabra hemos comprobado como sus profecías se cumplieron en el pasado, se cumplen en el presente y se cumplirán en el futuro (Precisamente en esta época de la historia, estamos viendo los indicios de lo anunciado por él; los indicios de lo que viene...) “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero...” Isaías 46:9-10.   Dios no miente, por lo tanto podemos descansar plenamente en su Palabra. “Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma...” Hebreos 6:17-19.


Ø La Palabra de Dios es Fiel. Ninguna circunstancia adversa, ni propósito humano impedirá que su contenido se llegue a difundir y cumplir. Dios se mantiene fiel a lo que dijo y prometió, aunque las fuerzas infernales del mal y los hombres intenten impedirlo. Contra “viento y marea” la Palabra de Dios se cumplirá. El apóstol Juan atestigua lo siguiente. “Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.” Apocalipsis 22:6.


Estudiar y reflexionar la Palabra de Dios bajo la dirección del Espíritu Santo produce los siguientes resultados:

Ø Convicción sobrenatural de Biblia como la única VERDAD.

Ø Docilidad para obedecerla y difundirla en todo momento y lugar.

Ø Nos hace ver los acontecimientos bajo su perspectiva.

Ø Nos mantiene despiertos espiritualmente.

Ø Produce paz interior.


En lo personal, la mayor evidencia de la eternidad, veracidad y fidelidad de la Palabra de Dios es el impacto profundo que ha producido en mi interior. Aquí viene a cumplirse al texto que dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” Hebreos 4:12-13. Su acción VIVA y EFICAZ me ha hecho digerir su contenido con la dirección del Espíritu Santo y ver la vida desde una perspectiva totalmente diferente. Además doy fe, que siempre recibo la palabra precisa que necesito para “ese momento específico” por el que estoy atravesando. Siempre que reflexiono en la Palabra de Dios recibo oportunamente su consejo eterno, veraz y fiel; y esta mañana no fue la excepción.   No creo que se trate de una feliz casualidad, y esto fortalece enormemente mi fe. Testifico hoy que la Palabra de Dios es eterna, verdadera y fiel.


A ti...
Hoy el Señor te confirma lo siguiente:

“Cielo y tierra pasarán, más mis palabras no pasarán”
Lucas 21:33


Descansa en sus propósitos eternos...
Descansa en su verdad...
Descansa en su fidelidad...




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@JAlfredoLievano

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