Ø Somete tu lógica bajo la acción sobrenatural del Espíritu Santo para que
te conceda convicciones firmes en la REALIDAD ETERNA de Dios.
Ø Antes de leer, estudiar o reflexionar en la Palabra de Dios, pídele que
su Espíritu te dé la capacidad para discernirla bajo su luz sobrenatural. Verás
la diferencia.
Ø Ante los problemas imposibles, recuerda que el poder de Dios es tal, que
desde “donde no hay nada” lo puede sacar todo. Eso hizo en la creación del
universo.
Ø Trae a tu memoria todas las veces en las que Dios intervino milagrosamente
en cada circunstancia de tu vida. Eso estimulará tu fe y confianza en él.
Ø Recuerda siempre que Dios va delante de ti abriéndote caminos en donde
no los hay. Justamente ahora lo hace aunque no te percates de ello.
Ø Pon de tu parte en practicar y difundir la Palabra de Dios. Verás su
respaldo en la medida que lo hagas.
ENTONCES...
Mantendrás viva la noción de la realidad de Dios... La noción de tu naturaleza espiritual... La noción de tu misión sobre la tierra... La noción de tu destino eterno...
Porque todos
los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no
habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba,
Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos
de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con
Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él
seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo
presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse.
Romanos 8:14-18.
TWITTER.
@JAlfredoLievano
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