Dios es la causa eterna
del universo. “En el principio creó Dios los cielos y la
tierra.” Génesis 1:1. Desde
la NADA lo hizo TODO. El hecho de no digerir esta verdad con la lógica, no
anula su existencia. Solo basta ver los detalles en la creación para
comprobarlo. “Porque
las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas
hechas, de modo que no tienen excusa.” Romanos
1:20. No hay excusas, la creación “nos habla” de él. Es necedad afirmar su no existencia, y esto
es lo que ha sucedido con el género humano en su mayoría. “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron
como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se
hicieron necios.” Romanos 1:21-22. Además, la evidencia de la realidad de Dios
no se queda únicamente en el ámbito de la creación, sino que va más allá de sus
fronteras. Estamos hablando de la revelación de su Palabra, la cual se hace real
y visible en Jesucristo.
“Dios,
habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres
por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo
(Jesucristo), a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el
universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su
sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo,
se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.” Hebreos 1:1-3.
Dios es Jesucristo. Él lo dice claramente: “Yo y el Padre uno somos”. Juan 10:30. Aunque esta afirmación es una garantía
suficiente, en el Nuevo Testamento encontramos numerosas referencias al respecto.
Dios es Jesucristo, y su enseñanza es digna de autoridad absoluta. “De cierto, de
cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.” Juan 5:24. Es importante poner
atención a sus enseñanzas mediante la reflexión bíblica. “Pero persiste tú en lo que has aprendido y te
persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido
las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por
la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil
para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin
de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena
obra”. 2 Timoteo 3:14-17.
Su Espíritu te guiará hacia la verdad y te dará la capacidad
para discernirla, creerla, practicarla y enseñarla. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él
os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que
hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” Juan 16:13.
Dios es tu Padre. Tu fe en Cristo te constituye en su hijo (a). “Mas a todos los que le recibieron, a los que
creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:12. Tú le perteneces
y él te pertenece a ti; su Espíritu en ti te da esa firme convicción. “El Espíritu mismo
da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios y si hijos, también herederos; herederos
de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para
que juntamente con él seamos glorificados.” Romanos 8:16-17. Existes y vives para
él, no existe otro propósito mayor que ese. Como todo padre conoce a su hijo,
así también te conoce desde siempre y para siempre; conoce a la perfección tus
pensamientos, deseos, intenciones y acciones. “Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. tú
has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis
pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son
conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú
la sabes toda.” Salmo 139:1-4. Nada de ti lo toma por sorpresa, por
eso te da siempre el consejo oportuno que necesitas para cada instante de tu
vida y te conduce con seguridad a lo largo de tu peregrinar sobre la tierra. “Y Jehová va delante
de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te
intimides.” Deuteronomio 31:8.
¿QUIEN ES DIOS?
Es
la causa eterna del universo.
Es
Jesucristo.
Es
tu Padre.
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@JAlfredoLievano
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