Dios te escogió desde toda la eternidad; lo hizo independientemente de tus méritos y limitaciones personales. Necesitas
entender que eres alguien especial para él. No eres un ser anónimo que pasa
desapercibido ante su presencia. Tú estás
en los propósitos eternos de Dios. “Bendito sea el
Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes
de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de
él”. Efesios 1:3-4. ¡Qué gran privilegio!
Dios no te desecha a pesar de tu pasado y de tus acciones presentes. Todo lo acontecido hasta este día, ha sido
con la finalidad de atraerte hacia él. No hay nada que escape a su
control.
Tú estás ahora en medio de un proceso
de restauración en el que Dios está arrancando de ti todo lo que NO
necesitas, pero también te está dando lo que SI necesitas (aunque en un primer momento no te interese o te haga sufrir); Dios
está enderezando todo lo que torciste en el pasado (y eso duele...), pero es necesario. Se trata de un proceso lento que al final te abrirá nuevos horizontes... insospechados y se te
presentarán nuevas oportunidades. Esto
no lo comprendes ahora, pero va encaminado hacia esos propósitos. Todo es
para tu bien. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados” Romanos 8:28. Dentro de este proceso tan incomprensible y
muchas veces doloroso, la misericordia de Dios ha sido más que evidente; pues si
te das cuenta no te ha tratado conforme a tus malas acciones, sus consecuencias
no han sido tan fatales como en realidad deberían serlas. Tienes mucho que
testificar acerca de sus favores inmerecidos aun en medio de tantas
limitaciones.
Vivirás para lo que naciste.
¡No lo dudes!
Dios te pondrá donde originalmente debiste haber estado. Nadie te lo
impedirá, todo te lo tiene previsto en una sincronía perfecta. Él va delante de
ti abriéndote caminos donde no los hay (de
hecho, en varias ocasiones lo has comprobado).
No le temas a las adversidades de cada día (como las que vives ahora), pues su presencia poderosa y soberana
se mantiene fielmente obrando a tu favor. Descansa en su fidelidad.
Durante toda tu vida no
dejes ni un tan solo día la reflexión bíblica.
Pon siempre atención a cada una de las palabras que Dios te dé, pues ellas
serán la lámpara que te mostrará el rumbo correcto que has de seguir. “Porque recta es la
palabra de Jehová, y toda su obra es hecha con fidelidad”. Salmo 33:4.
TWITTER.
@JAlfredoLievano
No hay comentarios:
Publicar un comentario