jueves, 17 de diciembre de 2015

ERES AROMA DE CRISTO.


Dios te ha dado el privilegio, así como las capacidades y recursos para que seas “su aroma” en el mundo.  Ese es el llamado específico que has recibido, tu vocación, el propósito fundamental por el que vives. “Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados.” Efesios 4:1.   Que tu presencia “en ese lugar” sea un testimonio de olor fragante a Cristo; caso contrario no tendría ni el mínimo sentido que estés ahí.

¡No lo olvides! Dios te ha enviado donde debes estar, ese es el lugar que preparó específicamente para ti desde toda la eternidad, ese es el lugar donde debes reflejarle con tus palabras y testimonio coherente con sus enseñanzas; sin embargo, necesitas  tener presente que Satanás tiene estrategias para sacarte de “ese lugar”...   estrategias para apagar tu lámpara...   estrategias para contaminar tu “aroma” de Cristo...   estrategias para derrotarte y destruirte.  Por eso, como bien apunta el apóstol Pedro: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.” 1 Pedro 5:8.  Ante tantos planes, diversos y variados no debes temer, pues Dios estará de tu parte para defenderte y someter a tus oponentes “bajo sus pies”, su presencia poderosa y soberana te envuelve desde siempre y para siempre. Nada ni nadie podrá boicotear sus propósitos eternos para contigo. Nadie te podrá sacar de ahí por mucho que lo intente. Las puertas las tendrás siempre abiertas. ¡Dios te lo garantiza hoy!  “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.”  Apocalipsis 3:8.


Solamente...

Se humilde siempre.   Reconoce que en tus fuerzas y capacidades no puedes proyectar a Cristo, a menos que recibas la capacitación sobrenatural del Espíritu Santo.

Mantente firme en la fe y en la obediencia incondicional a los lineamientos de la Palabra de Dios, para que el aroma de Cristo se perciba en donde quiera que estés o vayas.

No le temas a todas las estrategias de destrucción que ahora se están planeando o ejecutando en tu contra. No tendrán el resultado esperado.


“Doy gracias a Dios que siempre nos hace participar de la victoria de Cristo y por nuestro medio se difunde en todas partes el aroma de su conocimiento; porque nosotros somos el aroma de Cristo ofrecido a Dios para los que se salvan y para los que se pierden”

2 Corintios 2:14-15




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@JAlfredoLievano 

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