No
perteneces a este mundo. Posees
identidad celestial por medio de Jesucristo. Dios te ha escogido para él, pensó en ti desde
toda la eternidad, te creó y te puso en un punto del espacio terrenal; por lo
tanto, es necesario que no pierdas la noción
de tu identidad espiritual en medio de los espejismos y peligros que te rodean.
Lo que Dios “escribió”
sobre ti lo cumplirá al pie de la letra, nadie lo impedirá. Siempre te
guardará, estará pendiente en capacitarte, protegerte y proveerte mientras
recorras los senderos de este mundo.
“Y ya no estoy
en el mundo; más éstos están en el mundo...
a los que me has dado, guárdalos en tu nombre...”
Juan 17:11.
ORACIÓN.
Dios eterno: Ayúdame a no perder la noción y la
convicción de mi identidad celestial...
Ayúdame a ver todo este proceso de mi vida presente como una preparación
para la eternidad... Ayúdame a no
olvidar que estoy en la tierra con la finalidad de proyectar tu LUZ.
Gracias Señor, porque todo lo que “escribiste”
de mí y para mí lo cumplirás al pie de la letra. No permitirás que me eche a perder aunque
las fuerzas del mal lo intenten. Vivo y
viviré para lo que he nacido. Sé que darás la orden para que así sea. Gracias porque contigo nada me faltará...
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