Dios no se
olvida de los pobres; él emplea diversos medios para que lo necesario llegue a sus
manos. Uno de estos medios de provisión eres tú, para que en la medida de tus
posibilidades lo hagas. Dios quiere que sigas el mandato del amor,
mediante acciones concretas hacia esas personas necesitadas que tú bien conoces. Veamos algunos de los muchos textos bíblicos
que lo confirman.
“El que tiene
misericordia de los pobres es bienaventurado.”
Proverbios 14:21.
“¿No es que
partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que
cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?” Isaías 58:7
“Mas cuando
hagas banquete, llama a los pobres, los
mancos, los cojos y los ciegos.” Lucas
14:13.
“Solamente nos
pidieron que nos acordásemos de los
pobres lo cual también procuré con diligencia hacer.” Gálatas 2:10.
Esta es la “vocación
celestial” y el mandato fundamental que has recibido de parte de Dios: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y
con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.” Marcos
12:29-31. Sin embargo, es necesario
tener en cuenta que los frutos de una FE genuina en Cristo, se producen espontáneamente
mediante las OBRAS. Si tu fe en Cristo es genuina, entonces tus
obras serán espontáneas y fructíferas. “Hermanos míos,
¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe
salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del
mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos
y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de
qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Santiago 2:14-17. Quien posee una fe genuina es sensible y
solidario ante las necesidades de su prójimo; siente el impulso espontáneo dar “de
gratis” sin esperar nada a cambio, sin esperar retribución o ser reconocido
públicamente. Quien posee una fe genuina siente la necesidad de despojarse de
sus “seguridades” a favor de los pobres. Jesús
nos da el ejemplo: Porque ya
conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo
pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” 2
Corintios 8:9.
No temas pensar y obrar a favor de los pobres,
no quedarás con las manos vacías, siempre recibirás más para que des más.
ORACIÓN.
Padre eterno, me pongo bajo tus órdenes para que
ser un medio de bendición para los pobres, pongo a tu disposición lo poquito
que tengo, pues eres tú quien me lo pone en mis manos y me seguirá proveyendo
para que dé más. Ayúdame a reflejar espontáneamente una vida sensible y
solidaria hacia los pobres. Ayúdame a no dar con temor o vanagloria, sino a dar
“de gracia” así como lo haces conmigo. No temeré hacerlo, pues tú de una o de
otra manera suplirás mis necesidades. Necesito salir del cascarón de mi egoísmo e indiferencia para que mis
cristianismo tenga sentido, para que mi fe sea realmente genuina.
“Bienaventurado el que piensa en el
pobre”
Salmo 41:1
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