Es necesario vivir para lo que naciste. Desde toda la eternidad Dios trazó un sabio
y productivo propósito para ti; y es en dicho propósito como tu vida tendrá
sentido y producirá frutos permanentes.
Se
trata de una iniciativa divina: “No
me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto
para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca” Juan 15:16. Dios te ha “sembrado” en el campo del mundo
para que produzcas frutos para él. Esa
es la razón fundamental por la cual tú vives; ese es el motivo por el que has
recibido tantos talentos especiales y recursos específicos. La razón por la que naciste es proyectar la
luz de Cristo en donde Dios te ha puesto y en ese lugar donde irás más adelante
(No vas sólo por ir, recuérdalo). Es necesario que vayas donde Dios te envíe;
no es casualidad que todas estas circunstancias vayan encaminadas para conducirte
a ese sitio. Necesitas comprender que aún no es tarde aunque el tiempo haya pasado y
todos los recursos se hayan terminado. Dios ha pensado en ti para esa misión aunque
te sientas incapaz en todo sentido.
Mientras
vivas, Dios puede reorientar las consecuencias de tus malas decisiones tomadas
en el pasado y encarrilarlas dentro de sus propósitos. Aun estás a tiempo para vivir de acuerdo al
plan original que Dios trazó para ti desde toda la eternidad. Estás
a tiempo; lo único que debes hacer es pedirle a Dios que te conceda vivir
de acuerdo a sus propósitos eternos y ponerte bajo sus órdenes incondicionales.
Él se encargará de capacitarte por diversos medios, reorientar el rumbo de tu
historia y proveerte todo cuanto necesites.
Su Espíritu pondrá convicciones firmes en tu interior, transformará tus
sentimientos egoístas y te dará valentía ante todas las adversidades que debas
enfrentar.
No temas vivir para lo que
naciste.
Ponte bajo las órdenes de Dios.
El estará contigo siempre.
BLOG
TWITTER.
@JAlfredoLievano
No hay comentarios:
Publicar un comentario