La voz de Dios la “escuchas” por medio
de la Biblia cuando la reflexionas en un clima de oración.
La voz de Dios impacta con fuerza y
poder tus pensamientos, emociones y deseos.
La voz de Dios produce en tu interior la
necesidad irresistible de obedecerle sin condiciones.
La voz de Dios te impulsa a testificar
de lo que él ha hecho y seguirá haciendo a lo largo de tu historia personal.
La voz de Dios es el “abono” que te hace
producir frutos espirituales.
La voz de Dios te da la firme convicción
que todas las áreas de tu vida están bajo sus cuidados constantes y directos.
La voz de Dios produce delicias en tu
alma. No hay nada más gratificante y
satisfactorio que sus palabras.
La voz de Dios te impulsa a agradecerle
por los todos los beneficios derramados a tu favor como resultado de su gracia
y misericordia.
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Por lo tanto:
Es necesario
que te expongas HOY y todos los días a la acción viva y eficaz de la Palabra de
Dios mediante la reflexión bíblica. Hazlo
y verás grandes resultados. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante
que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del
corazón” Hebreos 4:12.
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@JAlfredoLievano
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