jueves, 1 de octubre de 2015

¡CONFÍA EN DIOS!... Es lo que te conviene.


Dios te oye y te da la Palabra que necesitas ahora.   Cada pensamiento, sentimiento y expresión verbal que hay en ti es descifrada por él, nada le pasa desapercibido; esa es la razón por la que siempre te habla en lo que justamente necesitas.   No hay duda que gozar de esta incomparable experiencia elimina de ti todo temor que generan las circunstancias adversas que te rodean, pues entiendes que la presencia real y continua de Dios te envuelve siempre.   Entiendes que su cercanía no es pasiva, sino activa; entiendes que sus ángeles son enviados por él en el momento oportuno para que acampen a tu alrededor y te defiendan.

Este día Dios te dice “Confía en mi”. Confía en Dios aunque la tormenta a tu alrededor se haya intensificado y los vientos contrarios amenacen con hundirte.   “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”. Marcos 6:50.   No trates de resolver los problemas que ya se salieron de control.   Clama a Dios aunque la tormenta arrecie con fuerza y no veas ninguna solución viable...   “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”. Jeremías 33:3.   Descansa en el poder sobrenatural y en la sabia soberanía de Dios.   No te afanes en aquello que definitivamente no se puede arreglar bajo ningún recurso humano, descansa...   “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios” Salmo 46:10.   Aun en medio del árido desierto, nada te faltará.   Dilo con toda confianza que así será.   “Jehová es mi pastor; nada me faltará...   Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo”. Salmo 23:1,4.   No es casualidad que precisamente este día recibas estos textos bíblicos tan reconfortantes.   Es Dios mismo hablándote en su Palabra revelada, y así lo continuará haciendo cada vez que abras las sagradas páginas de la Biblia.   A medida que lo compruebes irás comprendiendo que Dios sí está pendiente de ti, que nada se le pasa por alto.   Dios te habla de continuo, así como lo hace este día; sigue siempre sus instrucciones aunque te parezca difícil cumplirlas, ya que los resultados de tu fe y obediencia harán que el milagro que esperas se haga realidad.   Procede de acuerdo a sus indicaciones y no de acuerdo a criterios que se opongan a la voluntad divina; por eso te dice:   “Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño. Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela” Salmo 34:13-14.  

La fe en Dios y la obediencia a su Palabra, jamás te conducirán a la frustración aunque en este momento diversas y múltiples aflicciones te envuelvan sin remedio. Aférrate a esta fiel promesa: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová” Salmo 34:19.


¡CONFÍA EN DIOS!




TWITTER.
@JAlfredoLievano


No hay comentarios: