Es
necesario no perder la noción de nuestra misión sobre la tierra:
Presentar a Jesucristo como el único Señor y Salvador de la humanidad, y
llamar al arrepentimiento.
Es lógico que humanamente
hablando se trata de una tarea difícil, pues a la mayoría de personas con las
que nos relacionamos no les interesa; sin embargo, no es excusa para “cruzarnos
de brazos”.
Cuando
eres consciente de lo que has venido a hacer a la tierra, te pones espontáneamente
bajo las órdenes incondicionales de Dios para cumplir con la misión que él
diseñó para ti desde antes de la creación del mundo.
Cuando
eres consciente de lo que has venido a hacer a la tierra, entiendes que
en todo momento has de aprovechar los recursos y circunstancias para hacerlo. Entiendes
que la razón de tu existencia sí tiene propósito, y que todo cuanto haces para
Dios no será en vano.
Cuando
eres consciente de lo que has venido a hacer a la tierra, entiendes que nunca es tarde para poner manos
a la obra. Nunca es tarde para emprender la marcha a pesar de no contar con capacidades, méritos o recursos adecuados.
Cuando
eres consciente de lo que has venido a hacer a la tierra, entiendes que
es Dios quien se encarga de hacer lo que no puedes hacer o de proveerte todo
cuanto necesitarás en tu labor.
Cuando
eres consciente de lo que has venido a hacer a la tierra, entiendes
sobre lo importante que es reflexionar en la Palabra de Dios en un clima de oración
para que transmitas fielmente el mensaje específico que él te muestra.
Cuando
eres consciente de lo que has venido a hacer a la tierra, entiendes que
no debes callar. Que es necesario alumbrar la oscuridad que te rodea con la LUZ
de Cristo; entiendes que no debes ocultarla.
-------------------------.
No calles ante lo que Dios
te ha hecho entender en su Palabra. Es necesario que todos lo sepan. Estamos viviendo
en un ambiente mundial amenazador y peligroso como consecuencia de la maldad en
todas sus facetas.
Precisamente
has venido para estos tiempos, y no debes desperdiciarlos. Te aseguro
que no será en vano...
“Así que,
hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.”
1 Corintios 15:58
----------------------------
José
Alfredo Liévano
Twitter. @JAlfredoLievano
No hay comentarios:
Publicar un comentario