Hay
tres actitudes negativas que debes
evitar a lo largo de tu peregrinar sobre la tierra y de la misión que has
venido a cumplir sobre ella:
Incredulidad
cuando ves que las cosas no resultan como esperabas y como consecuencia
comienzas a dudar y a renegar de Dios.
Indiferencia cuando le das más importancia a lo material antes que lo espiritual. Te desentiendes
de la Palabra de Dios, de la oración y del servicio porque te interesas en “otras
cosas”
Temor cuando estás ante amenazas o peligros inminentes en
medio del entorno que te rodea y te aferras a “seguridades” que el mundo te
ofrece.
Estas
tres actitudes desde luego que te debilitan espiritualmente, entenebrecen tus
pensamientos, le dan un giro opuesto a tus prioridades, te hacen perder la noción
de la realidad de Dios y de tu identidad espiritual, te hacen olvidar el propósito
por el cual estás en la tierra y tu destino eterno. Lo tremendo de esto, es que
se va volviendo progresivo.
Es necesario que cada día te revitalices
espiritualmente por medio de la reflexión bíblica y de la oración. Es urgente
que lo hagas. Mira como Dios te lo ha estado insistiendo una y otra vez.
La
incredulidad, la indiferencia y el temor que sientes ahora, se debe a que no
has tomado en serio tu tiempo “a solas” con Dios.
Solo
Dios puede motivarte y fortalecerte para que cumplas con tan urgente misión que
te ha encomendado, pero es necesario que inviertas este tiempo valioso a solas
con él.
“El acercarme a Dios es el bien; he puesto en el Señor mi esperanza,
para contar todas tus obras.”
Salmo 73:28
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José
Alfredo Liévano
Twitter. @JAlfredoLievano
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