miércoles, 17 de septiembre de 2014

VIVIR PARA LO QUE DIOS NOS CREO. (Reflexión)

Necesitamos vivir de acuerdo al propósito eterno por el cual Dios nos creó. No existe otra razón por la que existimos. ¡Vivir para sus propósitos!
Cuando te empeñas en sustituir ese diseño divino por el tuyo, entonces todo se derrumba. Puedes pasar años enteros “edificando una torre”, pero si no está fundamentada en Dios, en un tan solo momento TODO puede derrumbarse.

Dios te diseñó para sus propósitos; por eso, cuando vives en una consagración total su voluntad, entonces en el transcurso y al final de tu vida todo resulta tal y como lo planificó para ti.
¡Todo te resulta de acuerdo sus planes!
Todos tus acontecimientos se van encauzando y reorientando hacia ese propósito. Comienzas a ver como como su gracia, misericordia, poder y soberanía se van evidenciando a cada paso que das.

No temas ni dudes vivir en los propósitos de Dios, aunque por ello tenga que quitar de ti todos los estorbos que lo impidan por medio de procedimientos incomprensibles.
No ha sido casualidad que por medio de diversas maneras Dios te lo haya estado recordando en su Palabra e incluso por acontecimientos.

Muchas personas alrededor del mundo se encuentran ahora en el fondo de la fosa que ellos mismos cavaron o en los escombros de la torre que edificaron, pero Dios en su GRACIA y MISERICORDIA puede sacarlos desde donde están.

Pasos para permanecer en los propósitos de Dios:

Reconocer a Jesucristo como Dios y Señor.

Reconocer a Jesucristo como el único medio de Salvación y vida eterna.

Reconocer que hemos vivido en contra de los lineamientos de la Palabra de Dios y arrepentirnos por ello.

Renunciar a nuestros proyectos humanos y someternos incondicionalmente a los proyectos divinos.

Vivir en obediencia incondicional a la Palabra de Dios.

No retroceder para no enfrentar consecuencias peores de las que salimos.


Si tenemos en cuenta los pasos anteriores, entonces podremos decir con certeza:

“Jehová cumplirá su PROPÓSITO en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos”.
Salmo 138:8


José Alfredo Liévano

Twitter.  @JAlfredoLievano   

2 comentarios:

J@ckie dijo...

Amen!!!Gloria a Dios

5° Elemento dijo...

Es mi promesa #1 para mi vida Papá, anclado a ella, perfectamente fusionado en ella por tu voluntad y para gloria, honra y alabanza de tu nombre Santo.

"Mi padre, el Santo de Israel, llevará a cabo los planes que tiene para mi vida."
Salmo 138:8