jueves, 25 de septiembre de 2014

UN GRAN PERSONAJE SUSCITA UN DESPERTAR DE FERVOR RELIGIOSO.

Lo que le leerán a continuación está tomado de un folleto titulado “Catorce señales que anuncian el retorno de Cristo”. Autor: Roderick C. Meredith. Es un artículo muy largo pero creo que vale la pena imprimirlo y leerlo. No podemos permanecer ciegos y sordos ante lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Lo que sigue NO es de mi autoría

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Un gran personaje carismático suscita un despertar del fervor religioso.
Una de las principales "señales del tiempo del fin" será la aparición en la escena mundial de un gran dirigente religioso, que la Biblia llama "el falso profeta" (Apocalipsis 19:19-21). Este jefe religioso estará dotado de gran carisma, y ejercerá enorme influencia en la "bestia" (Apocalipsis 13, 17, 19) la gigantesca potencia política que está a punto de surgir en Europa. El falso profeta será aquel personaje religioso que, según la profecía, al final de los tiempos, surgiría como jefe de una gran iglesia.
El gran carisma personal de este futuro líder sumado a los grandes prodigios que le será permitido obrar, tendrán un efecto determinante en la suerte de muchos países del mundo.
La Biblia señala además que el falso profeta cabalgará sobre la "bestia" (la restauración de un sistema de gobierno cuyas características serán semejantes al Sacro Imperio Romano Germánico, el cual, como su nombre lo indica, era una combinación de iglesia y estado).
El capítulo 47 de Isaías nos dice lo siguiente acerca del sistema religioso que dirigirá el falso profeta: "Desciende y siéntate en el polvo o virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra sin trono hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán tierna y delicada" (versículo 1).
¿Quién es esta "señora" que se menciona en el capítulo 47 de Isaías? La palabra de Dios nos da una clara respuesta, "Siéntate, calla, y entra en tinieblas hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán señora de reinos" (versículo 5).  A esta mujer se le llama "señora de reinos" porque ha fornicado mezclándose en la política de este mundo de manera que ejerce dominio sobre diferentes reinos y gobiernos.
Dios dice además en esta importante profecía para el tiempo del fin, "Me enojé contra mi pueblo" (Isaías 47:6). ¿Quién es el pueblo de Dios? Hay dos maneras de entender adecuadamente esta escritura: en sentido espiritual se refiere a la Iglesia de Dios, "al Israel de Dios" (Gálatas 6:16). En el sentido físico literal se refiere a los descendientes de las doce tribus de Israel como dice en Amós 3:2: "A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades".
Por eso Dios dice "me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano [en manos del sistema babilónico]; no les tuviste compasión; sobre el anciano agravaste mucho tu yugo" (Isaías 47:6).
Fíjese el amigo lector en la palabra "yugo" del versículo 46 que acabamos de citar. Se trata de un yugo de esclavitud que la hija de la antigua Babilonia pondrá sobre los descendientes contemporáneos de las doce tribus de Israel acerca de los cuales existen pruebas fehacientes de que son, además de los judíos, (quiénes representan solamente a una de las doce tribus de Israel) los pueblos anglosajones y los países del noroeste europeo.
Dios habla entonces de una "mujer" (Isaías 47:8, Apocalipsis 17:3) que pone un "yugo" sobre los descendientes modernos de las tribus de Israel. "Oye, pues, ahora esto, mujer voluptuosa, tú que estás sentada confiadamente, tú que dices en tu corazón: yo soy, y fuera de mí no hay más; no quedaré viuda, ni conoceré orfandad. Estas dos cosas te vendrán de repente en un sólo día, orfandad y viudez; en todas sus fuerzas vendrán sobre ti…" (Isaías 47:8-9).
¡Esta es la sentencia de Dios! ¿En dónde hallamos una explicación de esto en la Biblia? ¿Cómo podemos saber que ésta es una profecía para el tiempo del fin?
Veamos lo que dice el libro del Apocalipsis con respecto a este mismo sistema: "Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites" (Apocalipsis 18:3). ¿Cuál es el nombre de este gran sistema? El versículo 2 lo explica, "Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo…" La Babilonia moderna que se está formando actualmente será un sistema sumamente rico y refinado que dominará la mayor parte de Europa. Sin embargo, estará bajo la poderosa influencia de Satanás.
Esto es lo que Dios nos advierte al respecto: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, y recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades" (Apocalipsis 18:3-5). Esta amonestación se aplica en el sentido físico y en el sentido espiritual, para que se aparten del sistema babilónico los que son del pueblo de Dios.
Veamos ahora el versículo 7, "Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llantos; porque dice en su corazón: yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto" ¿Recuerda el lector éstas palabras? Esta es una cita directa de Isaías 47. La babilonia moderna dirá estas palabras.
Continuemos leyendo en Apocalipsis 18:8: "Por lo cual en un sólo día vendrán sus plagas [tal como se indica en Isaías 47:9], muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga".
Pero antes de que se cumpla esta sentencia, Dios se valdrá de este sistema Babilónico para castigar la desobediencia de los descendientes de la antigua Israel. Los países que más bendiciones materiales han recibido son los que más se han corrompido moralmente.
El mundo presenciará, en nuestra época, el surgimiento de un gran jefe religioso que engañará no sólo a unos cuantos centenares de personas, como lo hizo David Koresh, sino a cientos de millones. Según lo indica la profecía, muchos millones de personas serán engañadas antes del retorno de Jesucristo.
El apóstol Pablo nos advierte en una de sus cartas: "Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con Él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición" (2 Tesalonicenses 2:1-3).
Dios nos advierte claramente por medio del apóstol Pablo acerca del surgimiento de un gran jefe religioso antes del regreso de Jesucristo a la tierra. ¿Cuál será la actitud y la manera de actuar de ese futuro falso profeta? "El cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios, como Dios, haciéndose pasar por Dios" (2 Tesalonicenses 2:4).
Será un hombre dotado de un PODER sobrenatural para engañar; con este fin realizará grandes prodigios; hará descender fuego del cielo a la tierra (Apocalipsis 13:13-14). ¿Se dejará engañar el lector? ¿No cree usted que es hora de empezar a estudiar la Biblia a fondo, para poder entender lo que el futuro nos depara? "Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió…" (Apocalipsis 13:14).
Este futuro dirigente religioso tendrá enorme influencia en el mundo. Que no haya duda de ello. Debemos estar vigilantes para que no seamos víctimas del engaño de ese futuro "falso profeta" o de cualquier ser humano. "Mirad que nadie os engañe" (Mateo 24:4).
¡Mantengámonos alerta! Estemos atentos a la futura aparición de un gran dirigente religioso, quien, aunque dotado de gran carisma, será un "falso profeta". Este, va a engañar a cientos de millones de personas haciéndoles creer, al igual que Simón el Mago (Hechos 8:9-11), que es un gran siervo de Dios.
Si usted conoce la palabra de Dios y la obedece, no estará entre los múltiples millones de personas que serán engañadas por el "falso profeta".


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