Lo que le leerán a continuación
está tomado de un folleto titulado “Catorce señales
que anuncian el retorno de Cristo”. Autor: Roderick
C. Meredith. Es un artículo muy largo pero creo que vale la pena
imprimirlo y leerlo. No podemos permanecer ciegos y sordos ante lo que está
sucediendo a nuestro alrededor. Lo que sigue NO es de mi autoría
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Terremotos y otras catástrofes naturales.
Dios predice en su palabra
que los terremotos y otras catástrofes naturales irán en aumento. Jesucristo
advirtió que antes de su regreso habría "terremotos
en diferentes lugares" (Marcos
13:8, Mateo 24:7). El público sabe muy bien que en los últimos años
ha aumentado la frecuencia de los terremotos, a veces en los lugares más
inesperados. Esta tendencia va a
continuar porque así lo indica la Biblia. Jesucristo lo predijo y es, por
lo tanto, lo que debemos esperar. Debemos velar y estar atentos al número y a
la magnitud de los terremotos, porque irán en aumento y serán cada vez más
devastadores.
Sabemos que desde la
antigüedad ha habido terremotos como lo menciona Flavio Josefo en sus escritos
(Antigüedades de los judíos, libro LX, cuarta parte). La Biblia también
menciona casos específicos de terremotos que han ocurrido en el pasado y los
predice para el futuro (Ver Zacarías 14:4-5).
Los movimientos
sísmicos son el resultado de alteraciones y cambios naturales que ocurren en la
corteza terrestre, especialmente a lo largo de las fallas geológicas. Sin
embargo, en el futuro habrá más terremotos en lugares que no se consideran
zonas sísmicas. John Nance, quien escribió recientemente un libro sobre
terremotos dice, "Es peligroso y arrogante creer
que el problema se limita a ciertas regiones en particular. Todos estamos bajo
la amenaza del peligro sísmico. Un súper terremoto puede ser inminente
prácticamente en cualquier lugar de los Estados Unidos," (Los Angeles Times, 25 de marzo de 1989).
Nance advirtió en el mismo artículo, "El litoral oriental de los Estados Unidos corre mayor
peligro que el occidental porque están pésimamente preparados; sus normas de
construcción son mucho menos estrictas que las de California "la tierra de
los terremotos" en la opinión de muchos. Un terremoto en el medio oeste
norteamericano o en algún lugar de la Nueva Inglaterra, podría ser devastador
no sólo porque no están preparados sino por la arrolladora conmoción que
produciría algo tan inesperado".
En los últimos años los
científicos han llegado a comprender mejor la inmensidad de las enormes fallas
geológicas que se extienden bajo la superficie terrestre. Ahora bien, no todos
los terremotos del futuro próximo serán desastres naturales causados por las
tensiones y presiones normales de las placas tectónicas. Algunos serán directamente causados por Dios como señal de su poder,
con el propósito de ayudarle a la gente a despertar. Dios va a intervenir
directamente en los asuntos humanos. Los terremotos que Jesús mencionó
específicamente como presagio de su regreso serán fuera de lo común por su
ubicación y magnitud sin paralelo.
Nota: Mientras se
llevaba a cabo la redacción de este folleto, ocurrió el terremoto más
destructivo de este siglo en el sur de California a unos pocos kilómetros al
oeste de nuestras oficinas. ¿Coincidencia? Sea lo que fuere, no hay duda que
Dios está intensificando las señales de su futura intervención en los asuntos
del mundo. Los remezones que vinieron después del terremoto de 6.6 que sacudió
a Los Ángeles estuvieron aterrorizando durante meses a las personas que vivían
cerca del epicentro. Unas 56 personas perdieron la vida, y centenares de casas
y edificios fueron destruidos. Grandes secciones de las autopistas tuvieron que
ser cerradas.
Alguno dirá sin embargo, pero siempre ha habido terremotos.
¡Desde luego que los ha habido! No obstante, cuando Jesús dijo: "Se levantará nación contra nación, y reino contra
reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares",
estaba hablando de la frecuencia y
potencia poco común de los terremotos que habrían de ocurrir. Es evidente
que eso es precisamente lo que ha sucedido en los últimos años.
En Isaías 29:6 dice la palabra de Dios
con respecto a Jerusalén: "Por el Eterno de los
Ejércitos serás visitada con truenos, con terremotos y con gran ruido, con
torbellino y tempestad, y llama de fuego consumidor". Dios dice, "Yo el Eterno NO CAMBIO" (Malaquías 3:6). Dios castigó a la antigua Jerusalén con
terremotos y tempestades. Ahora está empezando a castigar a ciertas naciones
modernas en la misma forma.
Hablando de terremotos,
algunos de los periódicos locales hicieron la pregunta: "¿Por qué la
ciudad de Los Ángeles?" La pregunta debería plantearse más bien así,
"¿Por qué NO?
La ciudad de Los
Ángeles se considera la Meca mundial de los medios informativos. No hay un
lugar en el mundo donde se produzcan más espectáculos de violencia, de
homicidios, de mutilaciones, de perversión sexual de toda índole para el cine y
la televisión. California ha sido desde hace tiempo a los ojos del mundo "la
pionera" de casi todas las formas de perversión humana. Por eso, el Dios
de los cielos, quien tiene dominio sobre el destino de los hombres y las
naciones tiene todo el derecho de castigar tanta degeneración y rebelión en
contra de sus leyes de parte de una nación que ha recibido tantas bendiciones.
Los habitantes de California y de la mayoría de las regiones del mundo
anglosajón han tenido muchas oportunidades de conocer la verdad y seguir el
camino de Dios.
Tal vez una buen
"sacudida" despierte a la gente. Por eso, apreciados lectores, estén
vigilantes, porque el número de
terremotos seguirá aumentando como una de las "señales" de que se
acerca el retorno de Cristo.
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