Lo que le leerán a continuación
está tomado de un folleto titulado “Catorce señales
que anuncian el retorno de Cristo”. Autor: Roderick
C. Meredith. Es un artículo muy largo pero creo que vale la pena
imprimirlo y leerlo. No podemos permanecer ciegos y sordos ante lo que está
sucediendo a nuestro alrededor. Lo que sigue NO es de mi autoría
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El surgimiento de una potencia islámica agresiva y
fundamentalista.
La Biblia predice que
en el tiempo del fin surgirá en el África del Norte o en el Medio Oriente un
personaje carismático que será capaz de unificar y dirigir a un poderoso bloque
de naciones entre las cuales Egipto desempeñará un papel fundamental.
"Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él [con
un rey que tendrá su poderío en la región del norte]; y el rey del norte se
levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y
muchas naves; y entrará por las tierras e inundará, y pasará… extenderá su mano
contra las tierras, y no escapará el país de Egipto. Y se apoderará de los
tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto; y los de
Libia y Etiopía le seguirán" (Daniel
11:40, 42-43).
Este es un buen ejemplo
de la razón por la cual es necesario velar enterándose de lo que dicen las
noticias en los periódicos. La lectura
de las noticias va a ser muy interesante si usted entiende la profecía bíblica.
Empezará a entender la razón por la cual los países del medio oriente compran
grandes cantidades de armamentos de los países que los producen como Corea del
Norte, China, Rusia, Europa Oriental y los Estados Unidos.
El resurgimiento del
fundamentalismo islámico financiado y fomentado por Irán, está estremeciendo
actualmente el África del Norte y el Medio Oriente. Los movimientos fundamentalistas están tratando de desestabilizar a los
gobiernos moderados que simpatizan con los intereses del mundo occidental y
están tratando de reemplazarlos por un califato islámico unificado. La profecía
lo llama "el rey del sur". El jefe de estas naciones musulmanas
revigorizadas será un poderoso dirigente político religioso, un
"Mahdi" [el Mesías musulmán] que tendrá en su mano el poder de una
confederación de naciones. Él mismo desencadenará los hechos predichos en
Daniel 11, los cuales deben ocurrir antes del regreso de Jesucristo a la
tierra.
Un artículo publicado
en una prestigiosa revista dice lo siguiente con respecto al potencial de un
imperio islámico militante: "… si llegara a
surgir una potencia islámica es indudable que las armas tendrían prelación
sobre la bolsa [los objetivos bélicos serían más importantes que el
mejoramiento de la economía y del nivel de vida internos]. El surgimiento de un nuevo estado formado por países musulmanes, basado
en los principios del islam, tendría una ideología claramente definida en
abierta oposición a la del mundo occidental. Si la mayoría de su población
es árabe, contaría además con la fuerza unificante de un idioma común, y
tendría el poder del petróleo, que podría negar a sus adversarios o venderlo
para comprar armas para combatirlos.
"El
belicoso recién llegado se enfrentaría con dos enemigos ya hechos. El uno sería
Europa, cuyas contiendas de antaño con el islam aún pueden estallar en lugares
como Bosnia. Y el otro sería Rusia, cuya frontera con el islam en el Asia
Central aún es borrosa. No sería imposible que una nueva potencia islámica
entrara en conflicto con Europa y Rusia, y en tal caso, procuraría a la China
como aliada, la cual también tiene una rencilla fronteriza con Rusia" (The Economist, "El nuevo orden
mundial", enero 8, 1994, pág. 23).
¿Cree el lector que los
musulmanes no se atreverían a utilizar las armas que tienen? Más vale que crea
que lo van a hacer. Las profecías bíblicas señalan cuáles serán los resultados.
Aquel carismático "Mahdi" reunirá las fuerzas del islam para lanzarse
en una guerra santa "jihad" contra los infieles corruptos del
occidente, cuyos intereses y sistema de vida representan una amenaza mortal
para los sueños del islam.
Se sentirá con poder
para provocar o atacar a la Unión Europea (Daniel 11:40). Entonces se encenderá la ira del "rey del norte" (el jefe de
la Unión Europea) quien descenderá como una tempestad y aplastará a los
ejércitos del rey del sur. El rey del norte invadirá y se apoderará de casi
todos los países del Oriente Medio; la tierra santa caerá en sus manos
(versículos 41-42). Los ejércitos del rey del norte se apoderarán de las
grandes reservas petrolíferas de la región (versículo 43).
El mundo se quedará
atónito ante estos sucesos que van pronto a ocurrir. El "rey del
norte" un futuro dirigente europeo poderoso y dinámico como Napoleón o
como Hitler, contra-atacará con gran poder; será una represalia tipo
"blitzkrieg". Esta dramática reacción militar en contra del rey del
sur desatará toda una serie de acontecimientos.
"Y se
levantarán de su parte tropas que profanarán el santuario y la fortaleza, y
quitarán el continuo sacrificio, y pondrán la abominación desoladora" (Daniel 11:31).
Cuando esta era toque a
su fin habrá en Jerusalén un templo, o un altar especial donde los sacerdotes
descendientes de Aarón volverán a ofrecer sacrificios diarios tal como fueron
prescritos en el Antiguo Testamento hasta que una gran potencia militar venga y
ponga en lugar de los sacrificios lo que la Biblia llama la abominación
desoladora.
El relato continúa en
el capítulo 12
de Daniel. "En aquel tiempo se
levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo;
y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta
entonces". Este versículo se refiere a los descendientes actuales
de las doce tribus de Israel, los cuales, además de los judíos, comprenden los
pueblos anglosajones y muchos de los países del noroeste europeo. Entonces,
después de que este gran líder musulmán "el rey del sur" provoque la
guerra, y el rey europeo del norte conquiste la mayor parte del Medio Oriente, se volverá hacia occidente para atacar a
los países anglosajones. Este será el principio de la gran tribulación.
Serán aquellos días que Jesús señaló en Mateo 24:21, "Habrá
entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo
hasta ahora, NI LA HABRÁ". Tenemos que entender el rumbo de los
acontecimientos, y en qué forma va a afectar nuestra vida, nuestra familia,
nuestros hijos, nuestro trabajo, y nuestro futuro.
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