viernes, 3 de febrero de 2012

¿QUE HACES AQUÍ?

Desde toda la eternidad, Dios te apartó exclusivamente para él. Tú vives por él y para él. Vives únicamente para sus propósitos eternos.
No hay otra razón diferente por la que existes. Es posible que para tu lógica esto no tenga explicación, pero el hecho que no la tenga, no te dice lo contrario.

Formas parte del pueblo santo de Dios, y estás precisamente aquí en la tierra para cumplir con una misión que el diseñó específicamente para ti. No se trata de una casualidad que hayas nacido en estos tiempos tan difíciles y que vivas en el entorno donde estás ahora. Así quiso Dios que sucediera.
No hay duda que estamos viviendo en medio de un mundo invadido por la maldad en todas sus manifestaciones, así como en los tiempos pre-diluvianos.
Estamos viviendo en los tiempos de Noé tal y como se refleja en el libro de Génesis.

Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha sobre la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente al mal.
Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
Y miro Dios la tierra, y aquí estaba corrompida; porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
Génesis 6:5; 11-12

Formas parte del pueblo santo de Dios, y como tal, no te corresponde seguir la corriente de pensamientos y acciones de los criterios que imperan en el mundo.

Tu deber en la tierra es transmitir el mensaje de Dios y reflejarlo con una vida coherente a sus principios.

Es un hecho que estamos viviendo en los tiempos previos al retorno de nuestro Señor Jesucristo. Las evidencias están ante tus ojos, y a ti precisamente te ha tocado vivir en medio de ellos; por eso es importante que no pierdas la noción de tu compromiso.
En los días de Noé, previo al diluvio y en los días de Lot en Sodoma, nadie imaginaba que estaba al borde de juicios de grandes dimensiones. Todos desatendieron las advertencias de Dios. Todos siguieron en su ritmo normal de vida y proyectándose para el futuro, sin embargo repentinamente, cuando menos se esperaba, el juicio divino cayó sobre todos.
Así sucederá otra vez, pero antes que suceda, a ti se te ha encomendado la tarea de advertir y llamar al arrepentimiento, aunque por eso enfrentes toda clase de burla y oposición.
Al respecto, nuestro Señor Jesucristo dijo lo siguiente:

Como en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban, se daban en casamiento, hasta el dia que entro Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyo a todos.
Asimismo, como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyo a todos. Así será el día en que el Hijo del hombre se manifieste.
Lucas 17:26-30

No temas ni te avergüences brillar en medio de este mundo oscuro.
No temas ni te avergüences darte a conocer como seguidor de Jesucristo.
No temas, pues Dios te preservará en medio de las amenazas y peligros inminentes.

¿Qué haces aquí?
Vives para la misión que Dios te encomendó desarrollar sobre la tierra.
¡No lo olvides!


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1 comentario:

Maria B. Hernandez dijo...

Es cierto hermano, somos del Señor y tenemos una mision que cumplir.
Bendiciones