NO TE VAYAS, QUEDATE...

Cuando las cosas no están bien en algún lugar, lo más lógico es irse de allí. Muchas personas han decidido hacerlo, pero la sorpresa es que cuando llegaron donde creían que todo iba a mejorar, su situación empeoró.

Es posible que muchos estén considerando dejar el lugar en donde están ahora, debido a las condiciones insoportables que ahora viven; ya tomaron su decisión sin pensar en las consecuencias, y lo peor de todo es que no lo han consultado con Dios. Simplemente se han dejado llevar por su lógica.

Antes de marcharte es necesario que tengas la plena seguridad que Dios te está dando el aval para salir. Únicamente él es quien conoce tu futuro y sabe si te conviene o no; así que mientras no tengas la aprobación de Dios, no te vayas, quédate dónde estás.

Dios te ha mostrado que independientemente en donde estés o como estés, él siempre te proveerá de todo cuanto necesites. Hace poco lo comprobaste.

Si es necesario quedarse, entonces quédate, no te vayas...

Dios no te va a desamparar así como lo hizo con el profeta Elías en medio de la sequía. Ver la historia en 1 Reyes 17.

Tú vas a reverdecer aunque todo alrededor esté marchito. No olvides que tu bienestar no depende de las personas ni de las circunstancias, sino que depende única y exclusivamente de Dios.

Alégrate por ello, y no te entristezcas más, tu vida está en sus manos.

Si Dios no quiere que te marches, es porque precisamente en donde estás ahora, quiere que seas una evidencia de su poder sobrenatural en medio de la calamidad reinante a tu alrededor.

Si Dios no quiere que te marches, es porque precisamente allí es donde te va a respaldar con su poder sobrenatural. Mantente allí cumpliendo con la labor específica que te ha encomendado, ya que se trata de tu acción prioritaria.

Si Dios no quiere que te marches, es porque el mismo se encargará de derrotar a todos aquellos que te hagan la guerra. Nadie podrá hundirte porque él siempre peleara a tu favor...

Si Dios no quiere que te marches, es porque él tiene un lugar aun mucho mejor para ti. Por eso, paciencia...

Mantente dónde estás a menos que él te muestre lo contrario...

Aférrate a las promesas que Dios ya te hizo...    créelas aunque ahora te veas en medio de una furiosa tempestad...   la fe precisamente se ejercita cuando todo se tiene en contra, y no cuando el viento sopla a tu favor.

Cuando el apóstol Pablo viajaba hacia Roma en medio de una furiosa tempestad, él dijo:

Yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.

Hechos 27:25

Esto es lo que tienes que decir ahora en medio de las circunstancias contrarias que vives.

Declara que Dios lo hará…

¿Cómo lo hará?

No lo se...

Pero, lo hará en su tiempo y con sus propios métodos.

Además es necesario que te mantengas obediente a su palabra, siguiendo todas las pautas que te ha dejado ella, aunque todos hagan lo contrario.

No hagas las cosas como tú crees que te parecen, hazlas a la manera de Dios y veras como las consecuencias de tu obediencia se manifestarán.

Créele y obedécele, pues ha prometido suplirte todo cuanto necesites...

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Filipenses 4:19-20