Nuestra fe y esperanza necesita permanecer anclada en Dios, pase lo que pase, hemos de tener firmes nuestras convicciones en sus enseñanzas y esperar en sus promesas. Entronicemos su Palabra en nuestro corazón y creámosla.
"Pues la Escritura dice:
El que confía en Dios,
no quedará defraudado"
Romanos 10,11
Postrémonos hoy ante la presencia del Dios Altísimo reconociendo su majestad, poder y soberanía; dándole gracias por todo lo que ha permitido y permitirá a lo largo de nuestra historia personal, dándole gracias por todos los favores concedidos.
"Vengan, adoremos de rodillas;
arrodillémonos delante del Señor,
pues él nos hizo.
Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo;
somos ovejas de sus prados"
Salmo 95, 6-7
No hay comentarios:
Publicar un comentario