SED DE DIOS

Dice Jesús...

Si alguien tiene sed,

venga a mí.

Jn 7,37 

El que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole vida eterna.

Jn 4,14

Oremos para el Espíritu Santo produzca en nosotros la necesidad alimentarnos de Jesucristo, el pan vivo bajado del cielo.

Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí,

nunca tendrá hambre;

y el que cree en mí, nunca tendrá sed.

Jn 6,35

Oremos para el Espíritu Santo produzca en nosotros la necesidad de buscar a Dios en oración y en la reflexión de su Palabra. 

Dios mío, tú eres mi Dios.

Con ansias te busco, pues tengo sed de ti;

mi ser entero te desea

Salmo 63,1