domingo, 4 de octubre de 2020

VIENEN TIEMPOS MUY DIFÍCILES

El índice generalizado de maldad que envuelve al mundo se ha salido de control, estamos viviendo como en los "días de Noé". "Y vio Dios que la maldad de los hombres era mucha sobre la tierra, y que todo designio del corazón de ellos, era de continuo solamente el mal" (Gn 6,5)


LA TIERRA HA DADO FRUTOS AGRIOS

"Dios esperó de ellos derecho, y ahí tienen asesinato; Esperó justicia, y ahí tienen lamentos" (Is 5,7) No estamos bien, es imposible estarlo si continuamente se procede en contra de lo que Dios ha establecido en su Palabra; mientras se practique la maldad en el mundo, las consecuencias se irán acumulando hasta el punto enfrentar un caos destructor e incontrolable.

Es necesario poner atención a las advertencias que Dios le hace al mundo antes de que sea demasiado tarde, antes de que derrame sus juicios. Vendrá el día en que  las grandes fortalezas que se edificaron sobre los cimientos de la injusticia caerán con estrépito. 

"Castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; también pondré fin a la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los despiadados" (Is 13,11)

"Yo os castigaré conforme al fruto de vuestras obras, declara el Señor..." (Jr 21,14)

Es tiempo de poner atención a lo que está aconteciendo y dar un giro radical de vida. La advertencia ha sido dada, así lo confirma el Señor... "Ya os lo he dicho antes" (Mt 24,25)


VIENEN TIEMPOS MUY DIFÍCILES

Vienen tiempos muy difíciles para el mundo entero, y únicamente aferrados con firmeza a la Palabra de Dios es como no sucumbiremos. Así lo dice el Señor: "Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, las compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó porque estaba fundada sobre la roca (Mt 7,24-25)

Todo aquel que permanezca arraigado en la voluntad de Dios, no tendrá nada de que temer, pase lo que pase. "Fiel es el Señor que os afirmará y guardará del mal" (2 Ts 3,3)

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