LA ACCIÓN TRANSFORMADORA DE LA PALABRA DE DIOS

"La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón" (Heb 4,12)

La Palabra de Dios transmite VIDA a todo aquel que se expone a su contenido; su acción transformadora llega hasta los rincones más profundos del alma. Es la transformación eficaz que todos necesitamos, y más ahora cuando las adversidades nos envuelven por todos lados.

Necesitamos un tiempo diario para dedicarnos a la reflexión personal de la Palabra de Dios, permitir que él nos hable directamente y dejar que el efecto de sus enseñanzas nos transforme.

LA ACCIÓN TRANSFORMADORA DE LA PALABRA DE DIOS

De la incredulidad a la fe.  "La fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios" (Rm 10,17) La acción sobrenatural de la Palabra de Dios transforma nuestra incredulidad en fe, hace que se produzcan convicciones firmes en sus enseñanzas y en sus promesas aunque nuestra lógica nos sugiera lo contrario. Siempre tendremos esa palabra fresca que estimule nuestra fe en el momento justo y oportuno.

De la insensatez a la sabiduría.  "La exposición de tus palabras alumbra, hace entender a los simples" (Salmo 119,130)  La acción sobrenatural de la Palabra de Dios transforma nuestra insensatez en sabiduría; no solamente nos muestra lo que QUE hemos de hacer, sino COMO proceder ante las diversas circunstancias de cada día.

Del egoísmo al amor. "En esto conocerán todos que son mis discípulos, en que tengan amor unos hacia los otros" (Jn 13, 35)  La esencia de la vida cristiana se resume en el amor a Dios y al prójimo, en nuestras fuerzas no somos capaces de hacerlo, únicamente por medio de su acción sobrenatural y transformadora en nuestro interior.

De la desesperanza a la esperanza. "Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza" (Salmo 119,114). Cuando Dios hace una promesa la cumple aunque todas las posibilidades de que se cumplan se hayan agotado totalmente.

De la tristeza al gozo. "Aunque ustedes estén tristes, su tristeza se convertirá en gozo" (Jn 16,20)  Ningún consuelo humano es capaz cambiar radicalmente la tristeza en gozo, únicamente la acción consoladora de la Palabra de Dios.

De la angustia a la paz. "Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz" (Jn 16,33)  La PAZ que la Palabra de Dios produce en el corazón NO proviene de las circunstancias.

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Necesitamos desear y amar la reflexión diaria de la Palabra de Dios, no considerarla como una obligación impuesta, sino como una necesidad apremiante...  "Cuanto amo yo tu ley, todo el día es ella mi meditación" (Salmo 119,97)