"OLVIDARÁS TUS DESGRACIAS" (Job 11,16)

Cuando Dios perdona, olvida; así te lo recuerda ahora: "Yo soy el que borra tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados" (Is 43,25)  No tienes por qué seguir alimentando complejos de culpa por lo que hiciste en el pasado, él ya te perdonó y conoce tu corazón dispuesto a llevar un estilo de vida apegado a su voluntad.

Ahora Dios te está ofreciendo la oportunidad de una nueva y definitiva etapa de vida centrada en su perfecta voluntad, pero descubres que en tus fuerzas eres incapaz de sobrellevarla, que necesitas depender de la acción sobrenatural de su Espíritu obrando en ti. "Separados de mí, nada pueden hacer" (Jn 15,5) Deja que sea el Espíritu Santo quien te guíe por la senda de su voluntad, y te dé la determinación y la fuerza para avanzar sin mirar atrás.

Será dependiendo de la acción sobrenatural del Espíritu Santo, como sentirás las necesidad constante de buscar el rostro de Dios en la oración y en la reflexión de su Palabra, lo tendrás siempre presente en todo lo que hagas, ignorarás los espejismos engañosos del mundo terrenal, disfrutarás al máximo de la VIDA PLENA que Dios te ofrece y experimentarás ese cambio radical de rumbo que no esperabas.

"Si diriges tu corazón a Dios, y extiendes tus manos hacia él; si alejas de tu mano la maldad, y no alojas en tu casa la injusticia... olvidarás tus desgracias o las recordarás como agua que pasó; tu vida resurgirá como el mediodía... tendrás tranquilidad en la esperanza, mirarás alrededor y te acostarás tranquilo, descansarás sin que nadie te asuste, y muchos buscarán tu favor" (Job 11, 13-14. 16-19)

Dale gracias a Dios por su misericordia derramada a tu favor. La verdad, es que no lo merecías...  "Den gracias al Señor porque es bueno, porque su misericordia es eterna" (Salmo 118,29)