En un entorno donde las malas noticias nos golpean sin cesar, es nuestro deber presentar la buena noticia del evangelio de Jesucristo. Hagamos nuestra su visión y misión. Él dijo: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas noticias a los pobres; me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar la libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos". Lc 4,18.
Hemos de hacer nuestra la visión y la misión de Jesucristo. No perdamos de vista el objetivo fundamental de esparcir su mensaje hasta donde sea posible, hagamos uso de todos los recursos de comunicación bajo nuestro alcance. Aprovechemos el "breve" tiempo que nos queda sobre la tierra subordinando nuestras metas y acciones terrenales bajo ese propósito "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio". Mc 1,15. Todo se está cumpliendo... "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones y entonces vendrá el fin". Mt 24,14
Interioricemos la palabra de Dios para que produzca en nosotros convicciones firmes y seamos tierra fértil que produzca frutos desde donde nos encontremos. "Lo que cae en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen y dan fruto gracias a su perseverancia" Lc 8,15
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