Vivir POR Dios y PARA Dios implica someter nuestra vida a su voluntad... Es olvidarnos de nosotros mismos para asumir incondicionalmente su proyecto de vida.
"El que quiere seguirme, que se niegue a sí mismo"
(Mt 16,24)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica consagrarle todo lo que somos y poseemos.
"Ahora hermanos, por la misericordia de Dios, los invito a ofrecerse como sacrificio vivo, santo, aceptable a Dios.
(Rm 12,1)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica avanzar en sus sendas, con la plena certeza que su presencia nos protege, respalda y suple todas nuestras necesidades.
"No temas, que contigo estoy yo"
(Is 43,5)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica avanzar en sus sendas, con la plena certeza de que todo cuanto recibamos de él, será por su Gracia y Misericordia.
"Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas las cosas (que necesiten) os serán añadidas"
(Mt 6,33)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica avanzar en sus sendas, con la plena certeza que ninguna fuerza contraria nos destruirá.
"Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti"
(Is 43,2)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica no temer ni angustiarse ante el futuro. Es afirmar con certeza:
"En el día que yo temo, yo en ti confío"
(Salmo 56,3)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica tener la plena certeza de que todas sus promesas se harán realidad en nosotros.
"Porque todas las promesas son él Sí, y en Él Amén"
(2 cor 1,20)
(Rm 12,1)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica avanzar en sus sendas, con la plena certeza que su presencia nos protege, respalda y suple todas nuestras necesidades.
"No temas, que contigo estoy yo"
(Is 43,5)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica avanzar en sus sendas, con la plena certeza de que todo cuanto recibamos de él, será por su Gracia y Misericordia.
"Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas las cosas (que necesiten) os serán añadidas"
(Mt 6,33)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica avanzar en sus sendas, con la plena certeza que ninguna fuerza contraria nos destruirá.
"Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti"
(Is 43,2)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica no temer ni angustiarse ante el futuro. Es afirmar con certeza:
"En el día que yo temo, yo en ti confío"
(Salmo 56,3)
Vivir POR Dios y PARA Dios implica tener la plena certeza de que todas sus promesas se harán realidad en nosotros.
"Porque todas las promesas son él Sí, y en Él Amén"
(2 cor 1,20)
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