El conocimiento de la Palabra de Dios sin la práctica y la enseñanza, no tiene sentido. De nada sirve conocer los preceptos cristianos, si no se practican ni se enseñan.
"Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?... Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma"
St 2, 14,17
Si Dios nos ha revelado su Palabra, no es para que nos quedemos a nivel de un conocimiento teórico, sino para que la practiquemos y la compartamos.
Necesitamos la LUZ del cielo para asimilar la Palabra de Dios.
Necesitamos FE para creer en sus enseñanzas y promesas.
Necesitamos AMOR para reflejarla espontáneamente con nuestra conducta, aun en contra de nuestros intereses personales.
Necesitamos DETERMINACIÓN para compartirla tal y como es sin temor al rechazo.
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Oremos para que el Espíritu Santo nos capacite con estas cuatro herramientas fundamentales para el desarrollo de nuestra vida cristiana.
"Permaneced fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído"
Col 3,23
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