Lo que estamos viviendo en la actualidad NO es la voluntad de Dios, son las consecuencias provocadas por la desobediencia deliberada a sus preceptos.
Mientras la humanidad no tome en cuenta a Dios en sus proyectos y acciones, el caos se irá generalizando sobre toda la tierra; por muchos intentos que hayan de buscar soluciones, la situación empeorará.
En medio de este mundo que se cae a pedazos es donde vivimos y dentro del que nos corresponde iluminar con la LUZ de Jesucristo mediante nuestras palabras y acciones.
Vosotros sois la LUZ del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra LUZ delante de los hombres, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
Mateo 5,14-16.
Pidámosle a Dios que nos dé mucha sabiduría y determinación para llevar a cabo lo que nos ha encomendado; él ha prometido protegernos, proveernos y respaldarnos en donde estemos o vayamos; no en vano disponemos los recursos que hemos recibido por diversos medios.
No nos angustiemos aunque todo a nuestro alrededor se caiga a pedazos; no nos echaremos a perder aunque el caos provocado por la mano del hombre se intensifique.
No temas, que yo estoy contigo, no te angusties; yo soy tu Dios que te fortalece, te auxilia y te sostiene con mi diestra victoriosa.
Isaías 41,13
No hay comentarios:
Publicar un comentario