La única enseñanza verdadera y sin error es la que procede de Dios, siendo transmitida directamente por medio de Jesucristo, nuestro único Maestro y Salvador.
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros, lleno de gracia y de verdad... A Dios nadie le vio jamás, el unigénito Hijo que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer
Juan 1, 14.18
Jesucristo (el Hijo del hombre) vino a buscar y salvar lo perdido.
Lucas 19,10
Toda doctrina que se contradiga con lo que Jesucristo enseñó, carece de validez absoluta; al respecto San Pablo escribe:
Pero si nosotros o un ángel del cielo anunciara un evangelio diferente que le hemos anunciado, sea maldito. Como ya lo he dicho y ahora se lo repito, si alguien les anuncia un evangelio diverso que recibieron, sea maldito.
Gálatas 1,8-9
Por lo tanto, es de vital importancia que nos expongamos a las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo para que nos mantengamos firmes en la única Verdad y nos afirmemos a ella contra todo viento de doctrina errónea.
Pidámosle a Dios que su Espíritu nos haga sedientos de su enseñanza para que la practiquemos y la transmitamos con espontaneidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario