lunes, 16 de marzo de 2020

MIENTRAS DURE NUESTRO TIEMPO

Llega un momento en la vida en que todo termina, es inevitable que así suceda; todo es cuestión de tiempo, para que las generaciones siguientes continúen con lo iniciado por nosotros. 

Somos eslabones de una inmensa cadena generacional, por lo tanto, hemos de dar lo mejor de nosotros mismos para que dicha cadena no se rompa.

El tiempo avanza y no se detiene por muchos intentos que hagamos por detenerlo; nuestra vida sobre la tierra tiene fecha de caducidad, no lo olvidemos; por lo tanto, demos lo mejor de nosotros mismos.




MIENTRAS DURE NUESTRO TIEMPO

Hagamos lo que nos corresponde con sabiduría y diligencia, dando siempre lo mejor de nosotros mismos; y por supuesto, guiándonos por los lineamientos de la Palabra de Dios para que obtengamos su respaldo total en todo lo que emprendamos.


No hay comentarios: