Clamas a Dios desde tu impotencia, pero a cambio únicamente percibes su
silencio; sin embargo, es en medio de ese estado silencioso, donde él está
trabajando a tu favor.
Dios ha engrandecido su MISERICORDIA sobre ti, no te ha tratado de
acuerdo con tus malas acciones o errores cometidos en el pasado, aun a pesar de
los destrozos que te rodean bajo la fosa que cavaste.
Espera en la fidelidad de Dios, en su amor, en su poder transformador y
en su soberanía; y aunque ahora no veas ninguna salida viable a la situación que
ahora enfrentas, ten la certeza que su presencia no te ha abandonado.
Sigue clamando con la firme convicción de que lo prometido, Dios lo
cumplirá. Puedes decir entonces...
“En
cuanto a mí, a Dios clamaré; y el Eterno Dios me salvará. Tarde y mañana y a
mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz”
Salmo 55:16-17
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz
de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la
tierra”
Hechos 13:47.
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de
todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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