Al hacerte un examen profundo de tu vida ante la Palabra de
Dios, te das cuenta que hay muchas situaciones y acciones que no marchan bien; Dios te
ha hablado claramente y sin ambigüedades.
Precisamente por “no ir
de la mano” con la voluntad de Dios, generas continuamente consecuencias
destructivas, no solamente hacia tu persona, sino también a quienes conviven
contigo; estás consciente de que tu testimonio personal se contradice con lo que
crees y enseñas.
Reconoce ante Dios tu culpabilidad, pero también reconoce que
en tus fuerzas eres incapaz de frenarte; tienes la intención de hacerlo, pero
te falta determinación, debido a las ataduras del pasado que tanto daño te
hacen.
Desde tu perspectiva humana, no ves ni una tan sola solución ante
el panorama de escombros que te rodean y te consumen de continuo; pero desde la
perspectiva de Dios, sí la hay.
Abandónate hoy bajo el Poder transformador y bajo la
Misericordia infinita de Dios; es lo único que puedes hacer ahora, lo has
comprobado...
“Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos, porque estamos muy
abatidos. Ayúdanos, Oh Dios de nuestra salvación, por la Gloria de tu nombre, y
líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre”
Salmo 79:8-9
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José Alfredo Liévano.
MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!
“Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de
todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”
Hechos 13:47.
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