jueves, 7 de marzo de 2019

CLAMA A DIOS CON FE DESDE LA PROFUNDIDAD DE LO IMPOSIBLE.


Es únicamente dentro del marco de la imposibilidad cuando tu fe se activa, cuando ni siquiera existen remotas posibilidades de que algo o alguien pueda favorecerte; es bajo esas circunstancias cuando tu fe se desarrolla, cuando absolutamente todo lo tienes en contra, cuando no existe ni la más remota posibilidad de soluciones viables.

¡Es tener certeza!
¡Es tener convicción!

Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera,
la convicción de lo que no se ve”
Hebreos 11:1

Uno de tantos  ejemplos claros de esta fe férrea en el poder soberano de Dios se ve reflejado en una de las situaciones imposibles y difíciles que vivieron el apóstol Pablo y su acompañante Silas al quedar confinados en una oscura y profunda cárcel de la que no tenían ninguna posibilidad humana de salir; sin embargo, su reacción inmediata fue la de clamar insistentemente al  Dios de lo imposible hasta ver manifestado su poder sobre tal circunstancia.

Veamos...

“Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron”
Hechos 16:23-26

Pablo y Silas clamaron a Dios desde las profundidades de lo imposible, con la plena certeza de  que algo favorable haría a pesar de no vislumbrar ninguna posibilidad.




CLAMA A DIOS CON FE DESDE
LA PROFUNDIDAD DE LO IMPOSIBLE.

Es necesario que sigas clamando a Dios con fe, con la plena seguridad de que nada es imposible para él, de que su poder va más allá de lo que tu mente es capaz imaginar.

Es necesario que sigas clamando a Dios con fe, aunque no veas nada favorable en tu entorno; Sigue clamando con la firme convicción de que lo prometido lo cumplirá, aunque no vislumbres ninguna posibilidad lógica, aunque todas tus esperanzas se hayan echado a perder por completo.

Es necesario que sigas clamando a Dios con fe, aunque todos te aseguren que lo esperas jamás se hará realidad en ti, aunque las furiosas olas tempestuosas amenacen con hundirte para siempre.

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“Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que el Eterno Dios es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro”
Deuteronomio 4:39






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José Alfredo Liévano.

MINISTERIO
PENSEMOS EN DIOS.
Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra!


Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de todas las gentes, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra
Hechos 13:47.




1 comentario:

alvaro dijo...

Amén por es Palabra, bendiciones !!